Y no le hablo del aspecto físico de los caballeros estimado lector, sino de nuestro aeropuerto internacional Felipe Ángeles que se engalanó esta semana con la visita de Don Julio Mecha, para develar la placa del Premio Prix Versailles según esto porque este lugar es de los más hermosos del mundo, en términos de arquitectura aeroportuaria.
Bien interesante el evento porque a pesar de que el aeropuerto está en Zumpango que geográficamente pertenece al Estado de México, de la gobernadora de esa entidad Doña Delfina ni sus luces se vieron.
Ese lugar en honor a la verdad se percibe más de Hidalgo que de cualquier otro Estado.
La cosa es que se festejó al inmueble, a la obra arquitectónica y si, la verdad es que en lo personal la considero bonita además de funcional y moderna, el pero como todos ya lo sabemos es la otra cara que tiene, le hablo del uso que está teniendo, o mejor dicho a la suboptimización de este lugar.
Se supone que después de 3 años de abierto, lo cual se cumple el próximo 21 de marzo, el AIFA debería haber movido ya de mínimo a 20 millones de pasajeros como parte de sus operaciones, la realidad tristemente es otra, son para ser exactos alrededor de 10 millones y medio de personas, un poco arriba del 50% de lo pronosticado.
¿Razones de la falta de afluencia? Son varias en realidad, pero el secreto a voces tiene que ver con su conectividad, es difícil y aún caro llegar a Santa Lucía, no hay muchas opciones, aunado a que la oferta de vuelos es muy limitada, sigue siendo poco costeable aterrizar y despegar del Felipe Ángeles.
Quizá cuando esté el tren suburbano que según será para este julio, el regreso de Mexicana para que opere de nuevo, la introducción de otro tipo de aerolíneas más regionales también pueda ser que levante, sin embargo, y sabiendo que el Aeropuerto Internacional de Benito Juárez va a ser remodelado, puede que no augure buen futuro para aquel lugar.
Como siempre que hablo en este tono de noticias, deseo equivocarme.
