Los nuevos libros de texto han generado toda una revolución, pero como toda revolución, no con el pueblo, no con los más pobres, esos de siempre han sido la base que sirve para que otros logren sus cometidos, esos los de a pie se mueven a ritmo que le toquen, son los que tienen los hilos de poder, los que realmente manejan los destinos de ese pueblo, y de estos son de quien les hablo.
El gran revuelo se ha dado como siempre entre los intelectuales y la ultraderecha, el amparo promovido por la Unión Nacional de Padres de Familia es muestra de ello, le aclaro que esta es solo una de tantas organizaciones, porque ni remotamente representa a todas las familias de México, esta asociación tiene más de un siglo de vida, y que de siempre han venido creando ruido, en un inicio porque por allá de los años 20 cuando la constitución hizo gratuitos los libros les quitó el negociazo que tenía la impresión privada de los mismos y ahora en estas épocas, porque van en contra de la ideología conservadora, además sabemos que el Yunque anda metido en esto.
Por un lado, los críticos mencionan que estos libros fueron elaborados sin programa de estudios de por medio, sin diseño curricular, sin una propuesta pedagógica sólida, sin un sistema de evaluación robusto, y por supuesto, con un enorme adoctrinamiento político hacia la famosa cuarta transformación, lo que para muchos es decir que se quiere volver comunista a nuestra nación.
Los que defienden por su lado, dicen que se ha creado un nuevo modelo educativo para nuestro país, llamado la Nueva Escuela Mexicana, donde según, se consultó a profesores a padres, a pedagogos y expertos, y que sus contenidos ayudarán a los alumnos a desarrollar un proceso de aprendizaje más crítico y real.
En fin, la batalla está con todo, yo en corto le digo que ya pude darles una revisada a dos que tres de estos libros y sí, hay cosas que nomás no cuadran, triste, pero al final quien controla la educación, controla la verdad histórica.
