Ayer se celebró el Día de las Madres en nuestro país, y más allá de hablar del cliché mercadológico, de la compra material, de los restaurantes llenos, del mariachi, de la visita al panteón, de los millones gastados en flores y por supuesto de aquellas que tienen hijos en escolaridad de nivel básico que asistieron a esos festivales llenos de color, bailables y recitales; hubo junto a esta fiesta tradicional que ya dije, en varias partes del país varias movilizaciones, destacando la de la capital de nuestro México.
Desde las 9 am se concentraron allá por el Monumento a la Madre para moverse hacia la plancha del Zócalo ,¿quiénes?, madres que no celebraron nada, por la sencilla razón de que tienen hijos desaparecidos a manos del crimen organizado, e incluso por militares y elementos policiacos.
De esta mamás me gustaría hablar, mujeres que se han visto obligadas a buscar con propia mano y recursos a su descendencia, ya que poco o casi nada han sido escuchadas por las autoridades en turno.
Estos colectivos que se autodenominan “madres buscadoras” son varios ya como le digo, se mueven de norte a sur de este país mágico, donde la violencia es parte de su cotidianidad, y es que recordemos que desde el 2006 cuando el otrora presidente Calderón declaró la guerra al narcotráfico, la violencia se ha disparado en estas tierras, hoy en día las cifras oficiales nos hablan de 100 mil desaparecidos, mientras que las no oficiales dicen que son muchísimos más.
La marcha efectuada fue entonces de protesta, para que el que ahora nos gobierna y está por irse, muestre más empatía, genere más acciones relevantes y deje de minimizar este fenómeno, ya que el diálogo que ellas quieren les ha sido negado.
Este punto es el que Andrés Manuel seguro dejará en el tintero y heredará a su sucesora Claudia Sheinbaum. Así que para ellas, para las que no esperaron ningún festival, ni una flor o festejo, toda mi admiración ya que a diferencia de millones más, no tuvieron nada que celebrar.