Como si del más espectacular tráiler de efectos especiales se tratara, el 7 de enero de 2025 las imágenes más devastadoras empezaron a llegar a través de redes sociales, luego los noticieros, las historias y la fragilidad humana manifestándose ante lo inimaginable.
La ciudad de Los Ángeles, cuna del cine hollywoodense, ardía en llamas, en un incendio sin precedentes que se desató en las áreas Eaton y Pacific Palisades y con ello un montón de sueños, esperanzas e ilusiones de quienes habitaban esa lujosas zonas –incluidos actores, productores y famosos–, hoy están convertidos en humo y cenizas.
A más de una semana del inicio de la pesadilla, las órdenes de evacuación abarcan 88 mil residentes del condado de Los Ángeles y el número de fallecidos ya ronda los 25, más los desaparecidos; la ciudad continúa en alerta roja por los fuertes vientos que pueden ampliar los incendios aún existentes, el toque de queda persiste para evitar la invasión de propiedades y los saqueos y más de una decena de personas han sido arrestadas por presunto intento de robo, ¿suena a guión apocalíptico, verdad?, pero la realidad supera a la ficción, siempre nos han dicho.
Los nombres de figuras afectadas parecen parte del elenco de una buena película: Billy Crystal, Mandy Moore, Anna Faris, Adam Brody, Ben Affleck, Mark Hamill, Mel Gibson, Gerard Butler, Bella Hadid y hasta Anthony Hopkins, perdieron todo, pero no la fe y han compartido estrujantes mensajes de impotencia, resignación y aliento a través de sus cuentas personales.
Paris Hilton compartió en sus redes sociales que se enteró de que su mansión en Malibú se quemaba a través de la televisión en vivo; la mexicana Eiza González se solidarizó lo más que pudo y ofreció desde un inicio su casa como resguardo a quienes perdieron sus mansiones.
El cineasta tapatío Guillermo del Toro, nuestro querido Gordo, también se vio afectado, pues tuvo que evacuar su residencia ubicada en Westlake Village, y aunque se sabe que él y su familia están fuera de peligro, aún no se cuantifican los daños.
Kate del Castillo, disfrutó este fin de año junto a su familia – padres y hermana – en su casa de Los Ángeles y fue lo último que pudo hacer en ella, compartió en su cuenta de Instagram que apenas pudo sacar sus documentos importantes, pues fueron sus amigas quienes le ayudaron a poner a salvo sus autos y las pertenecías de su caja fuerte, mientras ella estaba trabajando, ya que declararon el área de su casa como resguardada ante los incendios.
Otra que conmovió con su desgarrador relato fue Karla Souza, pues durante una entrevista, con lágrimas en los ojos, narró que su casa se quemó al igual que el vecindario donde vivía con su esposo e hijos.
Este trágico evento, que ni la mente más perturbada pudo imaginar en un guion de ficción, se convirtió en una cruda y devastadora realidad que cambió los planes en este arranque de 2025: El glamour característico de Hollywood está en pausa, aunque todos sabemos que “el show debe continuar”.
La famosa temporada de premios del cine que suele arrancar cada año con la gala de los Globos de Oro y de ahí hasta llegar al Oscar, el primer fin de semana de marzo, este año debido a los incendios todo tuvo que ser recalendarizada y esa fue la menor de las afectaciones.
Los primeros en reacomodarse fueron los premios de la crítica especializada, Critics Choice Awards, programados originalmente para el 12 de enero justo en Santa Mónica y que ahora tienen fecha del domingo 26, aunque aún puede volver a moverse.
La nube de humo que cubre a Los Ángeles sigue siendo tan densa que la propia Academia de Hollywood ha sido cautelosa, el anuncio de nominaciones estuvo programado para el 17 de enero, luego para el 19 y ya vamos en el jueves 23 a las 5:30 am, en un evento virtual sin prensa y el almuerzo de los nominados está cancelado.
La ceremonia de entrega de la famosa estatuilla dorada sigue confirmada para el 2 de marzo, pero la prioridad hoy es muy clara: garantizar la seguridad de los residentes y apoyar a los bomberos y voluntarios que se mantienen en la lucha contra las llamas. Todo lo demás es secundario.
He visto cómo Hollywood siempre logra la magia, y en la calle del Dolby Theatre instalar la famosa red carpet apenas una noche previa a la ceremonia, pero esta vez el ánimo es distinto. El mundo ve con asombro cómo hay sólo cenizas donde siempre vivió el glamour, la opulencia y los autógrafos. Los Ángeles está herido y no es una película.