Una luz en el firmamento cinematográfico tapatío se apagó este martes 11 de marzo. El cineasta jalisciense Adrián Araujo Duran, dejó de existir a los 44 años de edad, debido a complicaciones en los riñones.
Su talento brilló más allá de las fronteras, su ópera prima “Estela”, un thriller psicológico con tinte paranormal, filmada en 2023 en locaciones de Chapala, Ajijic, Amacueca y otros lugares de Guadalajara, impactó en la 57 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, en España en 2024, una coproducción entre México, España e Italia con una historia intrigante y perturbadora.
Hijo del también cineasta Jorge Araujo, Adrián encontró en Guadalajara, su ciudad natal,una fuente inagotable de inspiración para sus proyectos.Inició su carrera en los años 90, donde aprendió el oficio como asistente de dirección y producción.
Siendo un jovencito, Adrián dirigió su primer cortometraje llamado “Púrpura” y fue así como desarrolló su camino como director de fotografía en publicidad para luego convertirse en realizador de largometrajes.
Bajo la dirección de su padre, logró estrenar en cines en 2022 la cinta “Morir de Amor”, donde se encargó de la dirección de fotografía y más tarde, en 2023, estrenó el filme “Sáquenme de Aquí”, donde también fue el cinefotógrafo.
Sin embargo, su sueño siempre fue dirigir una película, y lo logró en la cinta producida por Carlos Solís, con la que representó a México en el evento más grande del mundo en cuanto a cine de terror y fantasía, Sitges.
La comunidad cinematográfica jalisciense reaccionó con incredulidad y sorpresa ante la mala noticia, quienes a través de redes sociales expresaron su pésame a la familia de Adrián.
“Te vi crecer… te aplicaste a tu oficio e hiciste tu propio nombre. Te llegó el tiempo de trascender, ¡buen viaje carnalito!”, escribió el cineasta Pancho Rodríguez, quien conoció a Adrián desde que era un adolescente, según relata.
La actriz Carmen de León expresó la profunda tristeza con la que la comunidad del arte en Jalisco lo despedía y el maestro Enrique Martínez aseguró que Adrián será recordado con mucho amor.
“Adrián dejó experiencia en varias ramas y el lujo de representar a Jalisco en Sitges”, destacó el actor Frank Rodríguez.
La muerte sorprendió al mismo Adrián y a su familia, pues de hecho tenía proyectos que pensaba filmar junto al director de fotografía Carlos Hidalgo, quien también lamentó profundamente su partida.
Adrián no solo se destacó como director, sino también como un impulsor del talento local.A través de sus proyectos brindó oportunidades a jóvenes actores, guionistas y técnicos tapatíos, contribuyendo al crecimiento de la industria cinematográfica en la región.
“Guadalajara es mi hogar y mi musa. Aquí he encontrado historias que merecen ser contadas y un equipo increíble que me ha acompañado en este viaje. Para mí, el cine es una herramienta para reflexionar, cuestionar y, sobre todo, conectar con los demás”, mencionó Araujo en una reciente entrevista.
Su participación en Sitges no es un hecho aislado, sino el resultado de años de dedicación, experimentación y un profundo amor por el séptimo arte. Adrián Araujo representaba a una nueva generación de cineastas mexicanos que, sin miedo a explorar nuevos terrenos, están buscando llevar al cine nacional a nuevos horizontes.
En un mundo donde el cine comercial tiende a homogenizarse, la voz de Araujo resonaba como un recordatorio de que el cine independiente y de autor está más vigente que nunca. Su trabajo es un testimonio de que, con talento y perseverancia, es posible romper barreras y competir en los escenarios más exigentes del mundo.
Pero más allá de los reconocimientos, lo que importa es el legado que Adrián Araujo deja. Su cine se convirtió en puente entre lo local y lo global, entre lo tradicional y lo vanguardista, como una invitación a soñar, a cuestionar y a sentir.
Desde Guadalajara hasta Sitges, Adrián Araujo manifestó que el cine es un arte sin fronteras, y que el talento tapatío tiene un lugar destacado en el panorama internacional.