Después de una merecida pausa por las vacaciones de verano, los niños y adolescentes están listos para volver a sacar los libros, reencontrarse con sus amigos y retomar sus clases. Algunos regresarán a las aulas, otros continuarán su aprendizaje en línea, pero todos se apoyarán de los recursos que estuvieron con ellos durante este tiempo alejados de los salones, como sitios en línea o videos que los apoyaron a entender algún concepto en particular.
Independientemente del formato que ellos y sus padres elijan, un aprendizaje que nos dejaron los últimos meses es que la tecnología puede ser una gran aliada para repasar algo que no quedó claro o adelantar el temario compartido por los maestros, llegando al aula a resolver dudas y avanzar más. Sobre esto, la Universidad de Vanderbilt señala que diversos estudios muestran específicamente al video como una herramienta efectiva para la educación mientras cuente con tres elementos: carga cognitiva adecuada, elementos no cognitivos que impacten la relación de los usuarios con el contenido y funciones que promuevan el aprendizaje activo. De esta manera, el video puede estimular la memoria al aumentar la retención de información y les permite a los estudiantes procesar las lecciones a través de preguntas guiadas por su profesor o profesora.
Un factor importante en la educación es el poder crear comunidad, y aunque la creencia popular podría sugerir que es más complicado generarla al no interactuar en un mismo espacio físico, un estudio de Journal Marketing Education ha demostrado que existe mucho más sentido de comunidad en las clases en línea gracias a que hay menos miedo de participar y los alumnos se sienten dueños del espacio de aprendizaje, compartiendo con sus colegas información en cualquier momento y, en las condiciones idóneas, de forma equitativa. Hablando en específico de videos complementarios, es importante mencionar que estos deben de ser adicionales a la experiencia de clase para generar un ambiente de entusiasmo que tenga como fin último el aprendizaje activo.
Hoy los alumnos pueden pausar, regresar, acelerar y reflexionar el material en video mientras avanzan en el curso, haciendo suyo el conocimiento y generando dudas sobre él. Además, partiendo de la reflexión de que cada persona aprende de manera diferente, este método les permite revisar el contenido las veces que sea necesario, e incluso consultar videos adicionales en caso de que algo no quede claro, creando un espacio igualitario para todos durante el tiempo dedicado exclusivamente a la clase.
Ahora que muchas niñas, niños y jóvenes regresan a clases, sin importar el formato, es el momento perfecto para tomar los recursos disponibles en plataformas como YouTube, en donde está disponible youtube.com/MiAula con contenido gratuito de la currícula de secundaria y bachillerato. Integrar a la enseñanza y aprendizaje un formato conocido para ellos, como es el video, permite acercarles la información en un lenguaje familiar y sencillo, facilitando que los y las estudiantes aprendan nuevos conceptos y habilidades a su propio ritmo.
Daniela Guerra *
* Gerente de Alianzas de Contenido de Educación para YouTube México