El mitin de Andrés Manuel López Obrador en playa Miramar complica el margen de maniobra para sus adversarios políticos, sobre todo desde la cancha de Acción Nacional, partido que, cuando traiga a su candidato Ricardo Anaya deberá echar mano de todos sus recursos para que la convocatoria no palidezca ante la observada el pasado miércoles en Ciudad Madero.
La afluencia sorprendió hasta a los propios organizadores del evento y en un análisis frío debe activar señales de alerta en el Partido Acción Nacional que, si bien ha ganado las tres últimas elecciones presidenciales en Tamaulipas, esta vez los factores en juego son distintos, comenzando por el efecto AMLO y continuando porque el azul es gobierno en la entidad y enfrenta el desgaste natural que conlleva esta condición.
Vino Andrés Manuel y prácticamente repitió el discurso que trajo a Tampico en febrero durante la precampaña. Llama la atención que siendo éste un estado tan lastimado por la inseguridad, no haya hablado aquí de ese tema que incluso hasta eludió, porque cuando se le preguntó de ello al llegar al aeropuerto, afirmó que lo abordaría en su acto de campaña en la playa, pero no fue así.
Pudo haber aprovechado para aclarar su propuesta de amnistía que hasta hoy no se tiene claro en qué forma aplicaría, pero que sus contrincantes han usado para sembrar miedo y convencer que significa sacar de la cárcel a los delincuentes.
Es también de notarse que en Tamaulipas, López Obrador no critica la conducción del gobierno estatal panista, pero tampoco se ocupa de señalar a los exgobernadores priistas convertidos en íconos de la corrupción en la entidad.
Es claro que el factor López Obrador tercera edición tendrá un peso diferente al de 2006 y 2012 en territorio tamaulipeco.
La interrogante es qué tanto alcanzará para ayudar a ganar a los candidatos al Senado, diputaciones federales y alcaldías, muchos de ellos expriistas, que apuestan fuerte a este efecto.
En el actual proceso electoral en el país se está observando un sentir similar al del 2016 en Tamaulipas, cuando el voto anti-PRI se impuso. Ese sentimiento anti-PRI y la similitud de personajes con largos años en campaña y que saben mover emociones y sentimientos del electorado, es lo que hace pensar que hay muchas posibilidades de que los resultados que obtuvo Francisco García Cabeza de Vaca los alcance ahora Andrés Manuel López Obrador. Los analistas políticos dicen que la ventaja de este último es irreversible.
