Ahora que estamos próximos a regresar a las urnas para elegir alcaldes, diputados, senadores y, desde luego, a quien habrá de gobernar el país, necesitamos que los partidos políticos vayan pensando desde ahora en ofrecer candidatos aptos y no improvisados.
Es un momento propicio para que todos empecemos a hacer las cosas bien; una elección es el proceso que nos permite dirimir quiénes son los más viables para asumir la tarea de gobernar o representarnos en el Poder Legislativo.
Por tercera vez en Tamaulipas tendremos unos comicios concurrentes, esto es, elección federal y local al mismo tiempo. El domingo 2 de junio pondrán en nuestras manos cinco boletas.
Es posible participar desde diferentes trincheras, puede buscar una candidatura independiente, ser capacitador, asistente, funcionario de casilla u observador; y si no, simplemente hay que ir a votar el día de la contienda.
Desde el pasado 1 de septiembre, Tamaulipas tiene ocho distritos electorales federales, lo que implica nuevas rutas logísticas.
Es una recomposición del estado que supone un reto para el INE y se espera no tenga un impacto desfavorable entre el electorado, por aquello del ajuste en la ubicación de casillas.
Quienes ya perdieron fueron los partidos políticos -un diputado federal menos para Tamaulipas- pero qué más da si son nueve u ocho, si muchos de los actuales legisladores son hoy en día unos desconocidos.
Los árbitros electorales del INE y del Ietam, Sergio Iván Ruiz Castellot y Juan José Ramos Charre, llamaron a la ciudadanía a adueñarse del proceso electoral, a involucrarse de lleno en esta obra colectiva.
La participación de la juventud es indispensable en estos comicios, pero el denominador común entre ellos es el desencanto y desconfianza.
Han sido llamados a creer en la solidez del sistema electoral y que se hará valer cada voto.
El INE pidió a las autoridades garantizar la neutralidad e imparcialidad, evitando utilizar recursos públicos o programas sociales con fines electorales.
No deberán hacer proselitismo en favor de candidaturas o partido alguno, pero sí tienen que coadyuvar a garantizar la seguridad de las candidatas y los candidatos en sus actos de campaña.
Todos tenemos un deber y, a su vez, un derecho que ejercer; actuemos responsablemente.