Ya te he comentado que, así como me encanta la lectura, también me gusta ver la televisión. En estos días comencé a ver una serie dentro de la programación de paga que se llama Gigantes de la comida, y el contenido va sobre aquellos que decidieron aprovechar el momento y las circunstancias para crear una gran empresa dentro del ámbito de los alimentos.
De los presentados, me atrapó la historia de Henry John Heinz, sí, el creador de la famosa salsa cátsup; pero específicamente me sorprendió descubrir que fue el primero en utilizar la electricidad dentro de una fábrica, así como desarrollar la línea de ensamblado, incluso antes que Ford. ¡Sorpresa, sorpresa!
Es importante entender que el proceso de innovación nunca es sencillo, y que regularmente existen barreras para desarrollar lo que queremos en la manera que deseamos. Heinz tuvo que ir contra su familia y asesores para volver realidad la visión de empresa que tenía en mente; y a pesar de las críticas y falta de apoyo, logró romper la inercia y construyó algo extraordinario.
Y me detengo un poco en la inercia. Ese negocio que tienes, o esa idea que estás desarrollando, ¿está rompiendo alguna regla del camino andado por otros y/o modificando el molde de cómo se están haciendo las cosas? Elon Musk, el CEO de empresas disruptivas que están marcando un nuevo rumbo en el ámbito humano, dice: “Piensa cómo podrías hacer mejor las cosas y cuestiónate a ti mismo”. Simple, ¿no?
El que pregunta, descubre; el que cuestiona, innova. Vuelvo a insistirte en que te replantees la estructura del modelo de negocio que tienes o en el que estás pensando, míralo con nuevos ojos, sal de tu zona de confort, redefine los límites.
Vuélvete un referente de la innovación en lo que haces.
No será fácil, pero el viaje será fantástico.
¡Empieza ya!