Una amiga me contactó hace poco y me dijo: “Amigo, salí de la empresa donde trabajé muchos años y voy a reabrir mi despacho de arquitectura. Necesito que me ayudes a meterme a las redes sociales para conseguir clientes.” Y yo, ¡plop!, como Condorito.
Ya te he contado que hay que irse con tiento en el uso de las redes para tu negocio. Sí, son una excelente herramienta de comunicación; pero abrirlas implica tomar conciencia de que, detrás de la parte creativa de subir fotos y videos, debe haber una estrategia que te garantice ciertos resultados en un plazo bien definido.
Para ayudarte a entender cómo sacarle provecho al uso de estas plataformas, te comparto tres criterios que siempre pongo en la mesa cuando me llegan casos como el de mi amiga:
- Aclara a quién quieres impactar. Describe el perfil de persona que quieres apantallar con tus contenidos: hombre o mujer, de qué edad, a qué se dedica, qué intereses tiene, etc.
- Identifica qué red se ajusta a ese tipo de persona. La gente que está en Facebook es un tanto diferente a la de Instagram, y a la de Tik Tok, y la de YouTube, y les interesan diferentes contenidos de cada red: videos, tutoriales, reseñas, etc.
- Sé consciente de los recursos necesarios para crear contenidos en esa red. Tienes que ser muy honesto contigo y tener claro cómo vas a organizarte para generar el(los) contenido(s), y si tienes con qué hacerlo o vas a contratar por fuera a alguien que los haga.
Repito, las redes sociales son un escaparate disponible 24 horas para mostrar lo que quieras, pero implica un compromiso operativo para ser atractivo. Hay que construir una estrategia, definir objetivos, hacer cronogramas pero, sobre todo, tener paciencia, porque el éxito en las redes se toma su tiempo… a menos que algo se haga viral y te vuelvas famos@. ¡Éxito!
