Cito a nuestro diario, una nota de hace dos días de Jesús Zavala, José Alberto Pérez y Ana Laura Vásquez.
“Un total de seis cabezas humanas, con la piel desollada, fueron abandonadas junto a un cartel con mensaje amenazante en el municipio de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros; se presume que este hecho estaría relacionado con un conflicto entre grupos criminales.
“La mañana de este martes 19 de agosto, un ciudadano llamó a 911 para reportar que a un costado de la carretera de Atotonilco–San Gabriel Popocatla se encontraba un bulto en el cual se veían posibles restos humanos. Este reporte movilizó a elementos de seguridad pública local y federal hasta la zona, donde se encontró un total de seis cabezas humanas, aparentemente todas pertenecientes a masculinos, cuya piel fue retirada. El área ubicada a cerca de 500 metros de Popocatla fue puesta bajo resguardo de las autoridades, mientras que se generó un amplio operativo de seguridad en la zona.
“Con el perímetro acordonado, personal de la Fiscalía General del Estado de Tlaxcala arribó para realizar las primeras diligencias de ley en la escena del crimen. Ahí, se encontró un cartel con un mensaje amenazante, mismo que fue firmado por un grupo del crimen organizado, por lo que se ha señalado que podría ser parte de un ajuste de cuentas por la lucha de plaza en el área”.
El grupo criminal que firmaba, por cierto, según otros medios, era La Barredora. Sí, ese grupo.
Revisé en varios medios, en redes, hice un ejercicio en Google y pues no, seis cabezas humanas en Tlaxcala no merecieron mucho. Por supuesto que no llegó a la mañanera, ni el gobierno federal dijo nada. Andamos en otras cosas; que si los viajes y lujos de los morenistas; que si pinche DEA, deja de molestar; que si adiós a la Suprema Corte; que si el hijo de Julio César Chávez, o pobre Chapo que lo maltratan en prisión.
Eso sí, la fiscalía estatal ya abrió carpeta de investigación y, cómo no, van a hacer todo para encontrar a los responsables e intentar identificar a las víctimas. Es decir, el bla, bla, bla de siempre.
Tantos años, décadas de horrores nos tienen un poco rotos. Preferimos ver a otro lado. Pero habría que recordar de vez en cuando que eso no quiere decir que no sigamos viviendo aquí, donde siguen pasando cosas como el hallazgo de seis cabezas en Tlaxcala.
