En operativos realizados en Ramos Arizpe y Saltillo, Coahuila, encabezados por las instituciones federales de seguridad, “en coordinación con autoridades locales de Coahuila” —según informaron—, se aseguraron 129 carrotanques con más de 15 millones de litros de diésel, gasolina y destilado de petróleo de procedencia ilícita.
Es, no cabe duda, el aseguramiento de hidrocarburo ilegal más grande en la presente administración.
Los decomisos de combustible ilegal se siguen acumulando. Baja California, Tamaulipas, Tabasco. Operativos en Ciudad de México, Querétaro, Estado de México. La falsa refinería de Veracruz.
Desde el principio del sexenio, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a cargo de Omar García Harfuch, ha centrado buena parte de sus esfuerzos en estos operativos; no solo eso, en algunas de estas operaciones sí se nota, no como en otras, colaboración con el gobierno estadunidense, que ya ha hecho arrestos en aquel país.
En parte se entiende esta concentración en el delito, dada la terrible —soy generoso— condición en la que se encuentra la empresa estatal que pierde con todo esto, sí, me refiero a Pemex, y lo que eso significa para las finanzas públicas. El boquete es de miles de millones de dólares. Es obvio también que los casos que estamos viendo son mucho más grandes que boquetes pinchados en comunidades por donde pasan los ductos, por donde pasa el combustible.
Tal vez por lo mismo el único extrañamiento es la falta de acciones, o de información, en contra de la que seguramente es una muy sofisticada estructura que involucra mucho más que operadores de segundo nivel como a los que hace poco capturaron.
Tan solo ayer, la SSPC dijo que había encontrado combustible ilegal, por ejemplo, en decenas de carrotanques parados en una vía. Como en Baja California, donde los millones de litros decomisados estaban en un terreno a la vista de todos, sobre la carretera Ensenada-Tijuana, al lado de una de las colonias más codiciadas por los ensenadenses. Terreno propiedad de un ex senador de la República.
¿En serio nadie sabe de quién son todos esos carrotanques? ¿Quién los autorizó en esa vía de tren? ¿Dónde está el ex senador Novelo y a quién le rentaba el terreno —según él—? Así podemos seguir preguntando sobre Tamaulipas o Veracruz y las aduanas por donde parte de ese huachicol llega o se va.
Se puede decomisar, arrestar operadores, pero como en la lucha contra el narco, si no se ataca a los líderes, nada o poco cambia.