¿La oposición resucitó?

“No deberíamos estar buscando héroes,

deberíamos estar buscando buenas ideas”

Noam Chomsky

Este domingo de resurrección se rasgaron las vestiduras en la Cámara de Diputados, tanto los morenistas y sus partidos aliados, como la alianza Va por México, compuesta por PAN, PRI, PRD y MC. Unos por transformar a la patria y los otros por salvarla, y la patria sinceramente estaba muy indiferente ante sus ofertas.

La confianza con que la oposición ostenta que AMLO está derrotado, que juntos lo vencerán en 2024, es la parte más preocupante, y bastan los tres escenarios anteriores para preocuparse a pesar de los resultados:

1. En la revocación de mandato, la oposición no movió sus estructuras, hizo bien en no caer en la trampa, pero seamos sinceros, no hay manera de que moviendo toda la maquinaria eso hubiera tenido buen fin, porque no hay tanta maquinaria y porque AMLO de cualquier manera no iba a respetar resultados adversos.

2. En la votación de la reforma eléctrica, por fin se dieron cuenta que juntos pueden bloquear reformas constitucionales, aunque solo alcance para eso, es suficiente para que el barco no se hunda más, pero eso no los hace ganar más votos en automático, y los intereses mezquinos de las cúpulas partidistas siempre están de por medio.

3. En la reforma a la Ley Minera, era evidente que había desaseo legislativo, pero la ausencia sólo habla de que no había preparación en el tema y no ven plausible participar para debatir, eso no da reflectores como dormir en la oficina un día.

La oposición no ha resucitado, lo que hicieron fue un bloque de un día, porque hubo presión social y empresarial muy importante durante un largo plazo, pero no ha llegado el grado de madurez que necesitamos, que enfrente con argumentos la soberbia, que haga diálogo donde hay órdenes, no nos ceguemos, a la patria, al mexicano de a pie, todo este proceso le ha sido indiferente, no emocionan, no indignan, no movilizan, aún no resucitan.

Postdata: la baja de la bancada del PVEM a la diputada Alexis Gamiño habla de la naturaleza de ese partido, intereses puros y duros, al fin que ideales nunca han tenido.