Ya comentamos qué significa el paradigma dominante, cómo se compone y la forma en que se ha ido desarrollando a lo largo de los sexenios de corte conservador en lo político y de liberalismo en lo económico, ahora lo que corresponde es comentar posibilidades alternativas para poder darle la vuelta a la moneda y salir de lo que nos tiene en este escenario nada halagüeño.
El desarrollo del Estado debe verse como un todo articulado, en el que es necesaria la paz social, no entendida como apatía e inactividad o como hegemonía monolítica, sino como un diálogo constante en escenarios de civilidad y contraste de ideas. El desarrollo social debe ligarse forzosamente al desarrollo económico, y entonces el desarrollo económico debe tener un enfoque de productividad, desarrollo de capacidades y ofrecimiento de oportunidades, para quien más lo necesita, y el desarrollo social debe tener tendencia a la universalidad de prestaciones y servicios públicos y los apoyos deben ser del tipo productivo de largo plazo. Los empresarios deben ser detonadores de desarrollo en sus centros poblacionales, no extractores de capital humano.
La educación es clave en el desarrollo, pero entendida como el instrumento de integración en la sociedad, de conocimientos y guía de civilización y pensamiento crítico, no puede llamarse educación aquella que carece de valores sociales como el respeto, la tolerancia, la paz y la pluralidad, y se concentra únicamente en los muros, los fierros y no se centra en la niñez, las juventudes y el profesorado, las personas son el núcleo de la educación, no la infraestructura per se. El cuidado del medio ambiente en todos sus aspectos, pasa por revisar, y reordenar el territorio, pero hacerlo respetar. La revisión del marco jurídico para armonizar la legislación y los reglamentos con aspectos de inclusión, pluralidad y mayor libertad para las personas, con la aplicación irrestricta de la ley. El fortalecimiento de las instituciones municipales en todos los ámbitos, desde los servicios públicos, la seguridad pública, los servicios administrativos, de salud, de educación, culturales, trámites territoriales, etc. El ámbito municipal es clave para la integración del desarrollo. No habrá paz, seguridad, desarrollo económico, desarrollo social y recuperación del medio ambiente sin una visión más amplia, más eficiente y apegada a valores democráticos, donde las personas estén por encima del capital económico e intereses de grupos o de élites económicas.