Cuando el Presidente López Obrador habla en sus shows matutinos, generalmente incurre en una serie de imprecisiones y desvaríos, que lo único que ocasionan es desatar una serie de comentarios a favor y en contra.
Por un lado, están los que se vuelcan en críticas o señalamientos y por otro lado están sus porristas en redes, quienes cual religión extremista se desviven en elogios y lambisconerías.
El problema, es que la polarización del país sigue en aumento y nuestro mandamás, pareciera que le divierte o incluso le gusta promover este divisionismo.
El gobierno federal, cuyo vocero es sin duda el Presidente, ha tenido muchos desaciertos desde el comienzo de su administración, los datos que continuamente presenta no están acorde a la realidad del país, es cansado el escuchar día a día reclamos y repudios hacia supuestos conservadores o neoliberales, los grandes enemigos del país y no escuchar propuestas para los reales problemas que tenemos.
El presidente pide respeto y reclama a quien considera que comete una falta a la investidura presidencial, cuando el primero que la deja en ridículo es el mismo.
Hace algunos días, entre muchos desatinos, tuvo la ocurrencia de presentar un documento anónimo, apócrifo y de dudosa procedencia o legitimidad y solo para reclamar que algunos grupos están conspirando para asociarse en su contra, lo cual ni es delito, ni le importa a nadie, solo a su tonto orgullo y ego.
Estamos pasando por momentos muy difíciles, día a día observamos escenas desgarradoras en torno a la realidad de nuestro país.
La crisis sanitaria, la enorme inseguridad, la caída de nuestra economía, el desempleo creciente, son problemas que son ajenos para el Presidente, el sigue empecinado en vivir en un país que existe solo en su imaginario, en donde es más importante tener camas disponibles y decir que con eso vamos muy bien aplanando curvas y no hacer frente a los crudos números que le indican que van más de 20 mil mexicanos fallecidos por este problema de salud y que si seguimos como vamos, el numero puede ser catastrófico, ya de la seguridad imposible decir algo bueno.
En las mañanas escuchamos a un Presidente que llama al divisionismo y que grita a los cuatro vientos que, o se está, a favor de la 4T o se está, en contra de ella, y eso, aunque él lo niegue, es un llamado a la polarización.
Las marchas a favor y en contra del presidente ya están sucediendo, esto es una clara muestra de lo confrontado que esta el país, esperemos que exista algo de sapiencia en el gobierno federal y en verdad se ocupen de los problemas de México, y hablen de ellos, en lugar de estar promoviendo cosas sin sentido o pleitos sin razón.