En el IEPC Jalisco hemos determinado conmemorar a partir del día de hoy y hasta el 30 de septiembre de 2025, los 30 años de democracia en Jalisco que se celebran por la instalación del Consejo Electoral en 1994, en ese lejano septiembre se decía que la alternancia partidista en el poder nos traería la democracia e incluso surgió una corriente académica que se dedicó a estudiar la transición a la democracia: los transitólogos. Hoy, ese pensamiento ha quedado atrás, no porque no sea necesario repasarlo, hoy más que nunca es indispensable, sino porque debemos virar un poco el timón y pensar con otros enfoques, algunas como María Marván han hablado de que es momento de crear corrientes académicas de defentólogos de la democracia, de posturas ideológicas que defiendan a la democracia ante tentaciones regresivas.
En 2024, de acuerdo con el índice de democracia de The Economist Intelligence Unit, 16 elecciones se habrán realizado en países autoritarios; otras en democracias consideradas imperfectas como Estados Unidos; algunas más en países catalogados híbridos como México o Pakistán, o de plano, en países como Venezuela, Rusia e Irán, cuyos regímenes políticos están considerados autoritarios, en contraste con países como Reino Unido o Islandia con democracias plenas.
Estas elecciones nos han dejado lecciones concretas que podemos ver en todas las latitudes: 1. Son los jóvenes quienes constituyen la mayoría del electorado, pero también el que menos vota. 2. Que las elecciones se enfrentan al fenómeno de la postverdad y a la desinformación; y por último 3. Que el Estado Global de la Democracia (GsoD) presenta un declive y un estancamiento en todo el mundo: desconfianza de la ciudadanía en los políticos, debilitamiento de las instituciones del Estado y los valores democráticos en un país como Estados Unidos; en suma, que los focos rojos y amarillos se encienden frente a la pulsión por desacreditar, debilitar y desvirtuar la democracia.
Por ello, más allá de defender, proponemos hablar de cuidar a la democracia. El cuidado de la democracia se piensa en clave feminista y como práxis. Cuidar en su acepción primigenia significa atender algo o alguien para que esté bien. Es decir, actuar en favor de aquello que se quiere y se busca preservar y bien. En este sentido, cuidar la democracia se vislumbra como una práctica colectiva que requiere de poner talentos, afectos, pensamientos, saberes, inteligencia y la responsabilidad colectiva a favor de la democracia, de sus valores; de lo que implica cuidarla incluso de sus propias fallas, sus contradicciones; cuidarla de aquello que la debilita, de sus enemigos, de quienes han banalizado su trascendencia al grado de valerse de la propia democracia para socavarla.
Adoptar una cultura del cuidado requiere un compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos y todas, debemos tener una disposición a prestar la atención debida a todas las personas, a recuperar el diálogo democrático, al respeto y a la aceptación mutua, este es un camino privilegiado para construir la paz. Cuidar a la democracia, como cuidamos a quienes más queremos.
Por ello, este año la apuesta del IEPC en la FIL es invitar a todas las personas a cuidar la democracia, con presentación de novedades editoriales, concurrencia de las organizaciones de la sociedad civil, reflexiones pertinentes y con un guiño a las intervenciones artísticas de los Situacionistas, en el stand del IEPC Jalisco se irá tejiendo con hilos de colores lo que para la ciudadanía que nos visita signifique: Cuidar la Democracia.
Esta es una tarea que nos corresponde a todas y todos, cuidamos la democracia porque la queremos y la necesitamos, porque aunque es imperfecta, es el mejor invento de la humanidad para la convivencia pacífica de las sociedades. Nos vemos en el stand del IEPC en la FIL.