Cultura

Damien Hirst, producto de marketing

La fama es un accidente que llega de muchas formas, en algunos es producto de una trayectoria de trabajo, con algo que impactó en la sociedad. En otros es una casualidad que se fomentó con una estructura de marketing. Es el caso de Damien Horst, el artista VIP británico. La manobra de marketing de Hirst lo ha posicionado como un artista cotizado. revelaremos los mitos que el marketing ha construido para encumbrar a un artista sin talento.

LA CALAVERA DE DIAMANTES

Este objeto fue en su momento la obra más cara del mundo, cada año hay una obra así, eso no significa nada. Es un cráneo supuestamente del siglo XVIII, dicen que está cubierta de diamantes, llamado For de love of God. Se vendió en 50 millones de libras. Nunca fue demostrado que sean diamantes verdaderos, jamás se permitió que un especialista en diamantes la certificara. La venta millonaria fue una idea de su mánager y contador Frank Dunphy, que para hacerlo famoso organizó toda la estrategia de marketing, la compraron en holding formado por Hirst,el contador Dunphy y la galería White Cube. Podrían decir que valía 50 o 100 millones de libras, la compraron ellos así que no hay desembolso de dinero, ni revisión de los diamantes, ni nada. Todo queda dentro de ellos. Fue una cotización artificial de algo que a nadie le consta su autenticidad.

El TIBURONES Y ANUIMALES

El tiburón en un tanque de formol fue anunciado que costó 13 millones de dólares y el economista Don Thompson en su libro El tiburón de los 13 millones de dólares denunció con detalle que ese animal nunca se vendió en esa suma y que fue una transacción para que el comprador realizar ciertos manejos de impuestos, y además donó el tiburón al Metropolitan Museum con una deducción por varios millones. Todos contentos, se lanza la noticia del precio, se dona y venden un animal que unos meses después tuvieron que sustituir porque se estaba pudriendo.

QUE HABLA DE LA MUERTE Y DE CÓMO NOS ENFRENTAMOS A ELLA

Falso. Hirst coloca un cenicero repleto de colillas de cigarros, animales muertos, moscas y esculturas de anatomía humana, no significa que hable de la muerte. La muerte en el arte es un concepto estético y filosófico, que se representa y se recrea desde su tragedia, belleza y fragilidad. Los trofeos de caza nunca han sido símbolos de la muerte, son manifestaciones de la prepotencia del ser humano sobre un animal. Esos animales en formol son trofeos de caza, porque cuando la ciencia los enclaustra, lo hacen para investigar, no es una diversión, como lo hace Hirst y los cazadores. Se debe ser una persona con nula formación filosófica para creer que una vaca o una cebra en un tanque de formol habla de la muerte. Habla del exhibicionismo del dinero sobre la vulnerabilidad animal. Los curadores deben justificar que esos tanques del horror tengan un peso que vaya más allá de la vulgaridad que puede comprar el dinero. Eso no es arte.


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Avelina Lésper
  • Avelina Lésper
  • Es crítica de arte. Su canal de YouTube es Avelina Lésper
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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