Política

Trata de personas: recobrar la humanidad

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La trata de personas es uno de los fenómenos más atroces y dolorosos de nuestro tiempo. Es un drama humano que da lugar a extensas redes de criminalidad y corrupción, y que se nutre de las desigualdades que mantienen invisibilizados a los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad. Los traficantes explotan la pobreza, la discriminación, la violencia doméstica y social, la falta de oportunidades, las adicciones, así como la fragilidad de los gobiernos, muchas veces al abrigo de la indiferencia de una sociedad que voltea la cara al sufrimiento de personas de quienes parece poderse pasar.

Cada año, millones de personas en todo el mundo son explotadas y forzadas a la esclavitud, al comercio sexual, al matrimonio, al despojo de sus órganos, a la guerra y a la muerte. Con todo, este delito afecta de manera desproporcionada a mujeres, niñas y adolescentes, que representan más de 70 por ciento de las víctimas, la mayoría de las veces con fines de prostitución.

La trata es un fenómeno extraordinariamente difícil de erradicar; es uno de los delitos más lucrativos que existen, solo por debajo del narcotráfico y el comercio ilegal de armas. Cada año, esta industria inhumana genera más de 150 billones de dólares ilícitos, de los cuales casi 100 billones provienen de la explotación sexual. Sus márgenes de ganancia permiten a los traficantes fortalecer sus capacidades operativas, extender sus redes en diversos países y conquistar nuevos mercados. Con frecuencia utilizan comunicaciones encriptadas, plataformas digitales, criptomonedas, GPS y otras tecnologías para evadir a las autoridades y capturar nuevas víctimas.

Por ello, combatir este delito supone un desafío mayúsculo para cualquier Estado. Para lograrlo es indispensable robustecer las capacidades de investigación y persecución de la trata, capacitar a los operadores de justicia con perspectiva de género, brindar apoyo integral a las víctimas y ampliar el uso de herramientas tecnologías para recolectar y analizar datos estadísticos a gran escala, así como fortalecer la cooperación entre las instituciones nacionales e internacionales, la sociedad civil y la academia para compartir información estratégica y comprender adecuadamente el fenómeno.

Ante todo, es esencial atender los factores estructurales que colocan en vulnerabilidad a las víctimas de trata: el desamparo, las carencias, el miedo a morir y el hecho de que tantas personas en el mundo no tengan ya nada que perder.

Pero lo cierto es que ninguna medida será exitosa si no conectamos con el sufrimiento de las víctimas. Como sociedad, estamos tan acostumbrados a recibir cifras de miles de muertos, de feminicidios, de violaciones, de secuestros, de extorsiones, que parece que nos hemos hecho insensibles a la realidad y perdido la capacidad de sentir el dolor ajeno como propio.

Debemos ver a la cara a esas mujeres —prácticamente niñas— que son arrancadas de sus hogares con engaños y violencia, en muchos casos con la participación de su familia, para prostituirlas y denigrarlas sin compasión. Debemos ver a los ojos a esas niñas y niños que lo han perdido todo; reconocer su angustia, su soledad, su desesperación; solo así entenderemos por qué es tan complicado resolver este problema, por qué las víctimas tienen un miedo terrible, por qué es tan difícil que se reintegren a la sociedad. Si no conectamos con las personas de carne y hueso, si no sentimos su dolor como nuestro, podemos ahogarnos en datos y estudios, pero no conseguiremos desterrar este fenómeno que depreda nuestra humanidad.  

Un mundo que sigue dejando a sus mujeres, niñas y niños en el desamparo, es un mundo que no tiene futuro. Las cifras no son suficientes. Debemos recobrar la humanidad, debemos iniciar un proceso de sensibilidad y compasión. Todavía podemos dejar de ver a otro lado. Todavía podemos sentir su dolor y mirar a través de sus ojos. Hacerlo es la única vía para alcanzar la paz que merecemos.

Arturo Zaldívar

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Arturo Zaldívar
  • Arturo Zaldívar
  • Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de México. Ministro en retiro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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