Ante el inicio del nuevo ciclo escolar, TikTok mueve sus piezas con una propuesta que busca ir más allá del entretenimiento: la Verificación del Campus, una función diseñada para que estudiantes universitarios se conecten entre sí dentro de la aplicación.
La idea suena atractiva: agregar la universidad al perfil, validar con un correo institucional y, a partir de ahí, descubrir quiénes son los compañeros más seguidos, o filtrar por año de graduación.
El trasfondo es más ambicioso de lo que parece. TikTok asegura que este mecanismo ayudará a los jóvenes de la Generación Z –nacidos entre 1990 y 2000- a dar un paso más seguro en su llegada a la vida universitaria. Y no es un tema menor. Diversas investigaciones demuestran que las primeras semanas en la universidad son decisivas para crear amistades y redes de apoyo que marcan toda la experiencia.
Pero aquí surge la primera pregunta: ¿puede una plataforma digital sustituir, o al menos complementar, las interacciones que tradicionalmente ocurren en los pasillos, las aulas o las cafeterías?
La apuesta tampoco es del todo nueva. Meta intentó algo similar con Facebook Campus en 2020. Fracasó. La falta de control en el acceso y la dificultad de mantener un espacio seguro para los estudiantes derrumbaron el proyecto. En este sentido, TikTok asegura que ahora será distinto: incorpora un filtro adicional con la plataforma UNiDAYS para reforzar la verificación. Sin embargo, la duda persiste: ¿logrará TikTok blindar este espacio frente a los riesgos de suplantación o acoso digital, tan presentes en la vida en línea?
La magnitud del reto es enorme. En su primera etapa la Verificación del Campus se lanza en más de seis mil universidades de Estados Unidos, una escala mucho mayor que, en su momento, la de Facebook. De funcionar, podría convertirse en una poderosa herramienta para la integración social; de fallar, en un dolor de cabeza que exponga a la aplicación a críticas y riesgos legales.
Lo cierto es que el movimiento confirma la dirección: las redes sociales ya no sólo buscan entretenernos, sino intervenir en momentos clave de nuestra vida. El inicio de la universidad es uno de ellos.