En 1942 se hizo pública una fotografía que mostraba la curvatura de nuestro planeta, despertando gran interés por conocer cómo se vería desde el espacio la Tierra completa. El deseo se cumplió, con el avance tecnológico y científico 26 años después, cuando en 1972 la misión del Apolo 17, logra la deseada y emblemática imagen a la que el astrofísico Carl Sagan, decía que “la Tierra era un “pálido punto azul” en el espacio, que es nuestro hogar”.
El hermoso espectáculo que nuestro planeta ofrece se debe a que está cubierto por el agua, en casi las tres cuartas partes de su superficie, como vapor, hielo, o líquido en lagos, ríos, que como una gran red de conducción desembocan en el mar.
Todo este hermoso planeta con sus múltiples recursos que sostienen la vida, se transforma en un lamentable suceso cuando visualizamos las enormes superficies marinas que se encuentran cubiertas por toneladas de basura, principalmente plástico que, de acuerdo con los datos de las Naciones Unidas, llegan anualmente al océano cerca de 11 millones de toneladas métricas del contaminante producto.
La ruta que sigue el deshecho de plástico para llegar al mar inicia en los ríos pequeños y ubicados en zonas urbanas con alta población. Científicos han publicado en la revista Science Advances resultados de investigaciones que reportan el transporte del 80% de los residuos plásticos por el cauce de más de 1000 ríos cercanos a las zonas urbanas, siendo éstos lugares favoritos para eliminar muchos de los residuos, aunque la idea de no verlos al hundirse o “desaparecer” en el agua no implica que ya no existan.
Estos trabajos han permitido desarrollar un modelo para evitar por una parte la generación del plástico de deshecho en las comunidades y la otra evitar que llegue al océano reteniéndolos a partir de los ríos.
Ante esta emergencia se crea la fundación TheOceanCleanup por un joven holandés Boyan Slat de 29 años quien diseño una máquina que recoge residuos en ríos llamada “interceptor”. Slat ha sido ampliamente reconocido por buscar soluciones tecnológicas a la contaminación.
Cabe destacar dos aspectos uno que los jóvenes preocupados por el planeta participan con su creatividad para protegerlo y otra que se ataca el problema desde sus orígenes, es decir promoviendo la conciencia y el compromiso individual ante la urgente reducción del uso del plástico empezando en casa.