Al contemplar animales o plantas considerados hermosos,se siente alegría, admiración e incluso bienestar, pero ¿de qué depende que un ser vivo sea considerado estéticamente bello? Este planteamiento tiene sus particularidades e historia.
Es común apreciar la belleza en diversas especies, las coloridas aves, como la guacamaya y el tucán, los elegantes cisnes, el espectacular pavorreal, los tigres, la espontaneidad y gracia del delfín, los hermosos peces, la majestuosidad de los caballos, solo por mencionar algunos organismos que además de admirarlos se les atribuyen propiedades y beneficios, transformándolos también en amuletos o parte de dudosos procedimientos para protección personal o buena suerte, como la pata de conejo o la compañía de un gato blanco, además de otros animales. Sin considerar amuleto a una cucaracha, araña o un animal rastrero.
Las acciones que se establecen para conservar y proteger la biodiversidad en muchas ocasiones están influenciadas por una preferencia estética más que por el convencimiento de sunecesaria presencia,en los procesos ecosistémicos al margen de ser calificados como feos o hermosos.
En el mundo animal existen especies que no son necesariamente “tiernos” o que por su presencia desagradable y preconcepciones erróneas hacia su presencia no despiertan el deseo de protegerlos.
Como una alternativa para la conservación de la biodiversidad que puede romper estrepitosamente los cánones de la belleza, se reunieron un grupo de biólogos conservacionistas convocados por Simon Watt para crear una Sociedad en Defensa de los Animales Feos, con sede en el Reino Unido,que procura respeto y atención a los poco agraciados seres vivos.
Entre los animales el “Rey Feo” es el pez borrón (Psychrolutes marcidus ) que vive en los mares australes de Oceanía, tiene apariencia de masa gelatinosa, de color claro y huesos blandos además en un texto lo refiere como que tiene cara de señor mayor, ¿entonces las personas mayores son feas? Cuestión de apreciación.
También destaca entre los feos la nariz colgante del mono narigudo pero ese detalle le permite atraer a las hembras por su potente grito y garantizar una mejor progenie, ¡ventajas de la fealdad!
Es momento que con convicción se considere que la defensa de la biodiversidad trasciende a cuestión estética, pues todos feos o hermosos son necesarios y esenciales para sostener la vida.