Consideramos a una cosecha, el producto de algún insumo que fue cultivado y que se colecta después de un tiempo, como son los frutos, semillas, hortalizas y muchas variedades más de plantas.
Escuchamos también, de cosecha de agua de lluvias como una alternativa para contar con el vital líquido en hogares donde éste escasea, utilizándole en la agricultura, para el ganado, actividades en casa entre muchas otras.
Aunque cosechar agua pareciera un término poco convencional es una actividad vinculada a la supervivencia de las comunidades humanas desde tiempos remotos, existen referencias de los sistemas de captación construidos en techos de casas de griegos y romanos para almacenar el vital líquido en cisternas o pozos. En el desierto de Negev en Israel se descubrieron sistemas de captación de agua de lluvia con más de 4000 años de antigüedad
Los pueblos mayas construían cisternas revestidas con yeso para impermeabilizarlas y entre los Mexicas se realizaban múltiples tecnologías que aún son utilizadas como las terrazas en las pendientes de los cerros.
La captación de agua de lluvia significó una alternativa de sobrevivencia ante su escasez en diversos lugares, situación que actualmente persiste como estiman reportes de la FAO de más de 100 millones de personas en el mundo en particular en las zonas rurales, que dependen de alguna forma de estos sistemas. Incluso en países como la India en las ciudades de Chennai y Nueva Dehli los sistemas de captación de agua son obligatorios (Anaya 2009).
En nuestro país se realizan múltiples acciones para captar agua de lluvias en cisternas, así como proyectos de investigación para adaptar tecnología en comunidades rurales en el Instituto de Tecnología del Agua (IMTA) y en el Colegio de Posgraduados de Chapingo. El agua es el líquido de la vida, disuelve nutrientes, regula la temperatura, conforma las estructuras vivas, pero ante el inadecuado uso que le damos y la poca disponibilidad que tiene, presenta una escasez cada vez mayor, reporta la OMS que afecta a cuatro de cada 10 personas y que 663 millones en el mundo se trasladan a lugares distantes para conseguirla.
La cosecha de agua es una opción sostenible para zonas rurales y urbanas con beneficio ambiental y económico. Consideremos cosechar la lluvia en zonas urbanas como una alternativa a la escasez de agua que en el futuro cercano podemos enfrentar.
Arlette López Trujillo
Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM