Seguramente hemos escuchado la distancia que existe entre quienes se dedican al estudio de las llamadas ciencias duras y blandas. Acompañando esta percepción muchos jóvenes al momento de decidir por una carrera buscan la que no tenga relación con la matemática, física o química. Sin embargo a lo largo de los siglos tanto el contexto social como la ciencia en cualquiera de las áreas del conocimiento han tenido una estrecha relación y consecuentemente una influencia recíproca.
La ciencia no puede ser indiferente a la mentalidad de la época en la que se desarrolla, podemos identificar muchos casos en donde las corrientes ideológicas frente a la ciencia pueden aceptar o rechazar sus propuestas, dependiendo del impacto que tengan en los postulados sociales, religiosos, políticos etc. Podemos referir avances de la ciencia donde la contundencia de las propuestas y los resultados obtenidos trastocan el orden social vigente, recordemos cuando se creía que la tierra era el centro del universo, y resulta que es el sol, planteamiento de Nicolás Copérnico astrónomo del siglo XVI a quien la iglesia prohíbe que sus libros se lean.
La ciencia ha sido también un instrumento para justificar ideologías como lo encontramos en un tema que tiene historia y que lamentablemente a la menor provocación aparece como racismo.
Cuando la ciencia era resultado del trabajo del hombre blanco se atribuía sin considerar otros aspectos a la superioridad de esta raza, incluso a fines del siglo XIX y principios del XX se sustentó la supremacía en estudios del cuerpo humano por algunos anatomistas de siglos anteriores, quienes analizando el ángulo facial concluían que al ser más pronunciado existía una cercanía mayor a los simios. Posteriormente se consideró el tamaño del cerebro llegando a concluir que las razas no blancas eran "vestigios de fases anteriores en el desarrollo de la humanidad". Con la teoría de la evolución de Darwin la sociedad de la época fue reacia para aceptar el vínculo de la raza humana con los simios incluso una dama expresó "Confiemos que no sea cierto. Pero si lo es que no llegue a ser del conocimiento general". Actualmente sabemos que no hay una significativa diferencia tanto intelectual, física o genética entre las razas humanas. Pero quienes no lo creen con sus actitudes e ignorancia propician la expresión de lo más negativo de la sociedad.