Cuando niños, descubrimos el amplio abanico de emociones humanas y somos más libres de sentirlas.
Conforme crecemos nos enseñan a suplir la compasión, el cariño y la atención, por la apatía e indiferencia: los sentimientos entonces se vuelven para las niñas.
Dan Kindlon y Michael Thompson, escriben en su libro ‘Educando a Caín; Protegiendo la vida de los niños’:
“Todas las infancias, niños incluidos, llegan a este mundo deseando el amor de sus padres (…) sin ello, los niños viven sufriendo daños emocionales severos (…) lo que los niños, primera y principalmente necesitan, es ser vistos a través de un cristal diferente al que la tradición prescribe… debemos descartar la visión distorsionada hacia los varones que niega su capacidad de sentir (…)”
No es extraño que los escritores se despoliticen al usar la palabra “tradicional”, disfrazan la realidad del mundo.
Ésta y muchas otras publicaciones reconocen el daño causado por los valores impuestos (como la castración de las emociones) y aunque invitan a vivir de maneras libres de los requisitos patriarcales, fallan en nombrar y responsabilizar el patriarcado como problema de fondo.
Incluso fallan en otorgar una alternativa de educación ante estos problemas.
Alternativas que desafíen directa y efectivamente la masculinidad patriarcal; amplias, útiles y desafiantes que el feminismo ha propuesto desde hace décadas.
Incluso, hay algunas personas que reprueban y asumen que el “feminismo está dañando a nuestras juventudes” y hasta se escandalizan pensando que es una manera de alienar a los hombres y hacerlos “afeminados”.
Lo que ignoran, es que el pensamiento feminista critica y rechaza las nociones sexistas-feministas tanto como las machistas.
“Los hombres de verdad no lloran”, me repetían, pues fui un niño llorón. Según la educación patriarcal, los hombres no sentimos.
Dice Bell Hooks en ‘Hombres: Camaradas en la lucha’: “El patriarcado no puede aceptar su propia existencia, porque sería aceptar la responsabilidad de haber descartado la vida emocional de todos los niños y hombres”.
