Política

Nadie nos obligó

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  • Ángel Carrillo Romero

Menudo problema en el que nos metimos, fíjese nada más: 

Ley seca, sin servicio de transporte para detener la movilidad de "tajo", servicio de restaurantes solamente para llevar, vigilancia de 10 de la noche a las cinco de la mañana, "cacería" anti alcohol, todo porque no atendimos las recomendaciones y no nos quedamos en casa.

Mucha gente tiene sus propios argumentos: 

Debemos salir a trabajar, debemos atender nuestros pendientes, ir al banco, comprar el súper, en fin, pero nadie, nadie nos traía en la fiesta de los 700, en Altozano, nadie nos obligó a ir a la boda con Julio Preciado, nadie nos puso una pistola en la frente para ir al cierre de campaña de la hermana del alcalde de Matamoros con Mi Barrio Colombiano, nadie tampoco nos obligó a votar (aunque sí es una obligación, también pudimos no hacer uso de ese derecho), en fin, nadie nos obligó.

Ahora qué obtuvimos, pues el desconcierto entre las autoridades, cada uno "jala" para su lado, cada autoridad ve por sus ámbitos y claro, se trata de una pandemia, qué esperábamos, solamente infortunios y obstáculos. 

Pero ya entendí, el problema se deriva en dos factores de riesgo, el transporte público (para nada regulado hasta ahora) y la indolencia de la gente que no cree, que piensa que es un invento del gobierno para controlarnos o de los laboratorios para vendernos la vacuna como quilates, la poca atención que prestamos pobres y ricos de permanecer en casa, ahora nos obligan a hacerlo, pero parcialmente porque en qué cree que va a hacer la gente cuando den las siete de la noche y vean que no hay venta de alcohol en La Laguna de Durango, claro, correr a Torreón a saturar restaurantes y bares que "aparentemente" disminuirán el aforo en sus establecimientos, con venta de 70 por ciento de alimentos y 30 por ciento de bebidas alcohólicas (con auditoría de comandas) y el permiso de dos horas de permanencia en el sitio, pero la gente migrará de lugar en lugar cada dos horas.

Así es como el Covid-19 encuentra un delicioso "caldo de cultivo", ahí puede estirarse y crecer a pasos agigantados, mientras que las camas de hospitales privados presentan ocupación al cien por ciento y las del sector público por las mismas condiciones, con desabasto de medicamentos "clave" para atacar la enfermedad, con una economía endeble y sin muchos recursos mentales para enfrentar la vida en general.

Insisto, nadie nos obligó.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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