El pasado martes en Matamoros, Coahuila hubo una movilización importante: todo el pueblo se enteró.
Decenas de madres de familia se amotinaron a las afueras del Centro de Desarrollo Infantil de La Laguna, una guardería con una nutrida matrícula, para exigir mayor información de los responsables del plantel sobre actos atroces que cometieron dos educadoras en contra de tres menores de entre dos y cuatro años de edad.
Resulta que el pasado 13 de agosto, Mariel Mejía, la directora de la estancia infantil notó ciertas inconsistencias en el comportamiento de los niños de ese salón, seguramente los llantos o los gritos la alertaron, de inmediato Mariel buscó las cámaras de seguridad y constató lo que temía, una serie de abusos que las maestras ejercían sobre los menores.
Las mujeres les jalaban el cabello, los bracitos y una de ellas, narró la Directora, en un momento sacó de su filipina un objeto -aún desconocido- que le entrega a uno de los menores, el niño lo toma e inmediatamente comienza a llorar, las autoridades suponen que se trata de alfileres o algún objeto punzo cortante, luego la educadora guarda ese objeto en el bolso, en fin.
Mariel Mejía llamó a sus superiores en la capital del estado y de facto, la Secretaría de Educación convocó a una auditoría que reveló los hechos que ya le he planteado.
Fue el pasado 20 de agosto que los encargados de la tercería llamaron a los padres de familia de tres niños del Centro de Desarrollo Infantil de La Laguna para mostrarles los videos e informarles lo que había ocurrido con sus hijos ¿Imagínese lo que experimentaron los padres de los chicos?
Es más, qué siente en este momento usted.
Ellos mismos corrieron la voz y por supuesto que los demás papás se alarmaron y decidieron manifestarse, a hoy, la guardería se encuentra cerrada por obvias razones hasta que la Fiscalía determine la responsabilidad de las maestras.
Por una parte lamentamos profundamente la situación que vivieron los niños que resultaron afectados y por otra parte hay que reconocer el valor de la directora Mariel Mejía, porque antepuso el bienestar de los chicos -como debe ser- por encima de los intereses de la guardería y la pregunta es ¿Cuántos niños viven esta clase de vejaciones al amparo de maestros, directores y propietarios de guarderías y centros educativos?