El periodista argentino y especialista en política israelí y de Medio Oriente radicado en Jerusalén, Gabriel Ben Tasgal narró las atrocidades que la agrupación terrorista Hamas ha generado en este conflicto armado.
Las versiones de recién nacidos decapitados son verdaderas, incluso narró que los radicales terroristas violan a mujeres israelíes frente a sus esposos y cruel testimonio de una mujer embarazada casi a punto de parir a la que abrieron por el vientre para sacarle al bebé y quemarlo frente a ella.
Esto definitivamente no es guerra, esto es barbarie, un acto de locura que perdió proporción religiosa y política en todos los niveles.
Evidentemente los pueblos israelí y palestino tienen un discurso de odio grabado en su ADN, que por supuesto no conduce a ningún lugar, pero los actos cometidos por el grupo terrorista, financiado por otros países como Qatar, Siria, Libia y las contribuciones, al menos ideológicas, de naciones como Bolivia, Cuba y Venezuela, no encajan en ningún acto humanamente cometido.
Aunque la guerra del Medio Oriente pareciera lejana, aquí, en México, en este justo momento disputamos una guerra, en esta zona del país hace 12 años hubo actos parecidos a los que ocurren en Israel, vayamos a la Quinta Italia, donde un grupo de jóvenes disfrutaba de una fiesta y una célula delictiva llegó y de la nada abrió fuego, los sobrevivientes recuerdan cómo los sicarios gritaban:
Que ninguno quede vivo o en el Bar "Las Juanas" en condiciones similares y el grupo armado que perpetraba estos atentados salía de un penal, sí de un centro penitenciario con la autorización de la directora, una empleada del gobierno.
Es importante tener memoria, memoria casi fotográfica de los horrores de la guerra que, aunque con fines distintos, nos alcanza a todos, es decir, en la guerra todos perdemos.
El conflicto no tiene palabra de honor, nadie sabe cuándo acabará, replanteo que en algunas zonas de México como en La Laguna, este flagelo duró siete años, siete años en los que vimos escenas dantescas, horrendas, experiencias que todos quisiéramos sepultar en lo más profundo de las entrañas de la tierra.
La triste similitud entre México y el conflicto en Medio Oriente.
