La reciente firma de la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum ha encendido un debate crucial sobre los derechos de las personas trabajadoras de plataformas digitales como Uber, DiDi y Rappi, entre otras. Esta iniciativa, que aún debe ser discutida y aprobada por el legislativo y representaría un cambio histórico al integrar a cerca de 658 mil trabajadores de la economía digital al sistema formal de protección mínima laboral y social en México, dotándolos de seguridad social y otros beneficios.
Uno de los aspectos más relevantes de la propuesta es la creación de un nuevo capítulo en la Ley Federal del Trabajo, dedicado a regular las condiciones laborales de quienes trabajan en plataformas digitales. Este marco normativo no solo pretende reconocer formalmente su trabajo, sino también garantizar que se respeten los derechos básicos de los que han estado excluidos.
Un punto clave es la propuesta de un régimen transitorio en el IMSS, que consistirá en un programa piloto obligatorio para que las empresas de plataformas registren a sus trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Este programa, de ser aprobado, abriría las puertas al acceso formal a servicios de salud y protección para un sector que hoy opera con esquemas legales alejados de la normatividad aplicable.
Es importante señalar que la reforma mantiene la libertad de horarios, uno de los atractivos principales de trabajar en plataformas digitales. Las personas trabajadoras podrán continuar eligiendo sus horarios y las plataformas en las que deseen prestar sus servicios. Sin embargo, la iniciativa introduce el concepto de subordinación discontinua, que reconoce el tiempo efectivamente trabajado como parte de la relación laboral, manteniendo así la flexibilidad de estos empleos, lo que también debiera incentivar a quienes deseen continuar con empresas que brindan estos servicios o, inclusive, promover la creación de nuevas empresas y, con ello, la generación de empleo.
Un aspecto novedoso de esta iniciativa, también, es la exigencia de transparencia en los algoritmos que utilizan las plataformas para asignar servicios. Este es un tema que ha generado controversia, ya que quienes ejecutan los servicios a menudo desconocen cómo se les asignan tareas o cómo se calculan sus ingresos. Con la reforma, las plataformas estarán obligadas a explicar el funcionamiento de estos algoritmos en los contratos de trabajo, lo cual representa un paso importante hacia una mayor equidad.
Por otra parte, uno de los mayores beneficios que esta reforma busca garantizar es el acceso a seguro social y prestaciones. Las personas trabajadoras que generen más de un salario mínimo, que de acuerdo a datos del Servicio de Administración Tributaria son 272 mil, podrán acceder a los seguros de riesgos de trabajo, enfermedades, maternidad, pensiones, guarderías y créditos del Infonavit. Asimismo, todos los trabajadores, sin importar su ingreso, contarán con seguro contra accidentes laborales, lo que asegura su protección durante el ejercicio de sus actividades.
La propuesta también contempla reglas para la desconexión de las plataformas. En situaciones no graves, los trabajadores recibirían un aviso con al menos tres días de anticipación antes de ser desconectados, y todos los procesos de desconexión deberán ser revisados por personas, no solo por algoritmos. Este punto es fundamental para evitar decisiones automatizadas que puedan perjudicar injustamente a los trabajadores.
Otro aspecto relevante de la iniciativa es la inclusión de una perspectiva de género, que establece mecanismos especializados para la atención de casos de acoso y hostigamiento, con el objetivo de proteger a las trabajadoras y garantizar un entorno laboral seguro y respetuoso.
Finalmente, la propuesta otorga a los trabajadores de plataformas el derecho al reparto de utilidades, equiparándolos con otros trabajadores formales en México. Este es un derecho que hasta ahora no se les había reconocido, y su inclusión en la reforma representa un avance en términos de justicia laboral.
Si bien esta iniciativa aún debe ser debatida en el Congreso, representa un avance significativo en el reconocimiento de los derechos laborales en la economía digital. Considero que es una oportunidad para equilibrar las condiciones laborales en un entorno donde el trabajo está evolucionando rápidamente hacia modelos más flexibles y digitalizados. Sin embargo, será crucial observar cómo se ajustan las empresas y los propios trabajadores a estos cambios, en caso de que la reforma sea aprobada.
Este proceso podría marcar el inicio de una nueva era para los trabajadores de plataformas digitales en México, y sentar las bases para una mayor protección en un sector que, hasta ahora, ha operado sin la aplicación de estándares mínimos laborales y sin acceso a la seguridad social.
Andrés Rodríguez
Experto en Derecho Laboral socio en Santamarina + Steta