Política

Tenoch Huerta y el racismo

Ya le contestaron a Tenoch Huerta por poner sobre la mesa el tema del racismo en México.

¡Qué pena! Porque, al parecer, quien le contestó y quienes están compartiendo ese mensaje a través de las redes sociales, son personas morenas, las mujeres y los hombres a los que este grandioso actor está defendiendo.

El problema no son las palabras de Tenoch. El problema es que lo está haciendo desde una posición de éxito y eso, aquí, culturalmente, es imperdonable.

Se vale que te quejes si eres la víctima, si nadie te va a escuchar, si estás jodido.

Tenoch es, desde hace mucho, una figura internacional, una estrella que cobra bien, una figura a la que millones de personas quieren escuchar.

Imagínese el impacto a nivel cultural de que un señor así se queje. Para muchos, es como una burla, como un insulto, lo peor.

¿Cuál es la nota? La nota no es Tenoch. La nota no es el racismo. La nota es nuestra relación con el éxito.

Por eso la arrogancia es un mecanismo de defensa en México. Por eso la nación está dividida en dos bandos. Por eso exhalamos rencor en cada vez que respiramos.

Si no es por el racismo es por el clasismo. Si no es por la misoginia es por la homofobia. Si no es por la xenofobia es por antisemitismo. Si no es por edadismo es por la gordofobia.

Es intolerancia. Punto. Es lo que nos han enseñado desde tiempos ancestrales. Los mexicanos tenemos serios problemas con la figura del otro especialmente cuando se trata de ascenso social, de éxito.

Tenoch Huerta es un verdadero héroe del siglo XXI porque, al igual que los más grandes, está usando su privilegiada posición global para defender una causa social.

Piénselo: para cualquier actor que estuviera en su lugar, sería muy fácil cobrar y no hacer nada.

Tenoch, no. Él cobra, pero pone a la gente a pensar. Él se toma fotos, pero abre discusiones. Él goza, pero está generando un cambio.

Ojalá tuviéramos en México más estrellas que hicieran lo mismo que el señor Huerta.

No es que no tengamos activistas. No es que no existan instancias maravillosas como Poder Prieto o luminarias que no estén haciendo y diciendo cosas importantes.

Es que, objetivamente, Tenoch Huerta ha alcanzado un nivel económico, político e internacional mucho más grande por las marcas que representa.

Me duele que esas marcas tiendan a ser extranjeras como MARVEL y Netflix porque las primeras que deberían luchar por la inclusión de todas, todos y todes en México son las corporaciones nacionales.

Pero confío en que, en la medida en que los empresarios de este país vean que esto les funciona a las compañías más poderosas del mundo, terminen copiando el modelo.

¿Ahora entiende la importancia de lo que está haciendo Tenoch? Qué bueno que las personalidades que están triunfando se quejen. Qué fabuloso que los ricos protesten.

Qué sensacional que las figuras públicas que tienen acceso a las cámaras, a los micrófonos y las redes abran los de debates y le muevan el tapete a los demás.

No me preocupa Tenoch Huerta, me preocupan las otras estrellas mexicanas de cine, teatro, música y televisión que jamás hacen algo bueno por la sociedad.

Y sí, contéstele a Tenoch, a sus amigos y a sus enemigos. No se quede con los brazos cruzados. Enójese. El racismo es una realidad y no lo podemos permitir. ¡No!

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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