Me he encontrado con muchas personas que, ante la popularidad de figuras como Andrés Manuel López Obrador, no están tomando en serio a personalidades como Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y Pedro Ferriz de Con.
Dicen que, como candidatos independientes, no tienen ni la más mínima posibilidad de sustituir a Enrique Peña Nieto.
Y cuando no se burlan de ellos por sus parejas, por sus promesas incumplidas o por sus escándalos del corazón, sacan a colación lo complicado que sería gobernar para un presidente independiente cuando el resto de los poderes está sustentado en bancadas partidistas.
Pues será el sereno, pero yo estoy convencido de todo lo contrario. Si gente como Margarita Zavala, El Bronco y Pedro Ferriz de Con están haciendo tanto ruido, es porque más de un partido les tiene miedo.
Y a la hora de gobernar, siempre hay manera. Al mismo Jaime Rodríguez le tocó llegar a la silla más grande del estado de Nuevo León sin el respaldo de ningún partido. ¡Sí se puede!
Por si todo esto no fuera suficiente, cada vez hay menos personas que consideran que los partidos políticos son algo bueno, que representan algo, que merecen respeto.
¿Por qué le estoy escribiendo esto? Porque hemos entrado a una etapa bastante interesante en la carrera rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.
A esta etapa la podríamos bautizar como de borrón y cuenta nueva. No importa quiénes hayan sido los candidatos, de dónde vengan o qué posición ocupen en las encuestas.
Lo que importa es hacia dónde van y en estos días es cuando van a comenzar a definir el personaje que van a interpretar de aquí al 1 de julio.
Fíjese lo que le estoy diciendo. Le estoy hablando de una oportunidad de oro para conquistar a las audiencias, para construir el tono ideal de las campañas.
A lo mejor el tono de un candidato va a ser muy agresivo. A lo mejor el de otro va a ser muy populachero, muy intelectual o muy hilarante.
Lo importante va a ser la manera como ese tono se vaya a sostener hasta el último momento, la congruencia que el electorado pueda encontrar lo mismo en spots que en entrevistas y debates, la forma como esos personajes nos van a convencer de votar por ellos en el contexto de insatisfacción, odio y polarización en el que estamos.
Porque, no nos hagamos tontos, el momento histórico por el que estamos pasando es muy diferente al del otoño de 2011 y se ha alimentado de ingredientes que nunca nadie imaginó, como los terremotos, el muro, la corrupción desbordada, la renegociación del Tratado de Libre Comercio y los derroches de nuestra clase política.
No hay enemigo pequeño y yo sí creo que Margarita Zavala, que
El Bronco, que Pedro Ferriz de Con o que cualquier otro candidato independiente, construyendo ese personaje que México está esperando, se podría convertir en nuestro próximo presidente.
La cosa es que lo construyan. Que sepan cómo. Que tengan con qué.
Que se enojen los del PAN. Que se enojen los del PRI. Que se enoje incluso alguien tan querido y posicionado como Andrés Manuel López Obrador.
En política, como en la vida misma, el que se enoja pierde y de aquí a julio de 2018 todo podría suceder. ¿O usted qué opina?
¡atrévase a opinar!