Ayer, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas dio a conocer que Ya no estoy aquí será la película que representará a México en el Oscar 2021.
Lo más lógico hubiera sido que usted, las redes sociales y yo hubiéramos vivido una fiesta monumental que hubiera mandado un mensaje increíblemente poderoso de éxito y alegría.
Pero no, más se tardó la academia en decir esto que una aparente multitud de haters en fabricar una campaña de odio en internet para Nuevo orden, la nueva película de Michel Franco.
Quiero que por un momento enfríe la cabeza y entienda la gravedad de esto.
Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, México es potencia mundial en la creación de contenidos y aquí se hace un cine que ya quisieran en muchas potencias económicas.
Nuestros cineastas no sólo triunfan en los mejores festivales del planeta, mueven las taquillas, las plataformas. Pobres, ricos, mujeres, hombres, jóvenes o viejos, son excelentes. Punto.
Y lo importante de la película que nos va a representar en el Oscar del próximo año no es si se trata de una producción chaira o fifí. Lo importante es que gane.
¿Para qué? No, no es para alimentar el ego de una nación desesperada. No es para que un montón de personas hagan fiesta alrededor del Ángel de la Independencia.
Es importante que gane para que se vea, para que se vea en todo el mundo, para que las audiencias de los cinco continentes sepan que existimos, para que nos conozcan, para que compren nuestro cine.
Esto no tiene que ver con política, con clasismo o con racismo. Tiene que ver con números, con negocios, con cultura.
¿Usted cree que Ya no estoy aquí gane el Oscar el próximo año? ¿Usted piensa que le tienen miedo en Corea, en Italia y en Argentina?
Ojalá que sí. Ojalá que triunfe aparatosamente y que al igual que Parásitos en este 2020, le gane a todas las películas gringas habidas y por haber.
Ojalá que a los actores y a las actrices de esa nación les dé envidia. Ojalá que sea un cañonazo.
La bronca, insisto, es que nadie la está celebrando. La única lectura que se puede hacer después de ver todos esos tuits y la reacción de tantos medios es que, al parecer, la academia la eligió para perjudicar a Nuevo orden, para darle una lección a Michel Franco por fifí. ¿Así o más enfermo?
Me queda claro que la academia es una institución que vale oro y que tuvo sus razones para elegir a Ya no estoy aquí por encima de Nuevo orden, de No manches Frida 2 y de muchas otras películas más.
Pero creo que urge cambiar el discurso si en verdad aspiramos a tener una industria sana y próspera.
Nuevo orden es una obra maestra, una película tan incómoda hoy, como en su momento fueron las mejores obras de arte de genios como Luis Buñuel.
Todo este fenómeno de odio, lo que único que demuestra, es su grandeza, su profunda capacidad para mover conciencias.
Es una desgracia que no vaya a ir al Oscar después de todos los premios que ha ganado y de las reacciones de muchas personalidades de Hollywood.
Pero el punto ya no es ése. La historia se encargará de juzgar este título como juzgó, en su momento, cintas que hoy son clásicas como Los olvidados.
Lo que no podemos permitir es que esta nominación se utilice para un tema de odio hacia el interior del cine nacional y, sobre todo, para engañar al público sobre lo que pasa en Nuevo orden.
Si usted se toma la molesta de mirar con atención esta cinta, descubrirá que todo lo que se dice se ella en las redes sociales es mentira.
¡Pero qué cree! Lo que se dice de Ya no estoy aquí, también.
Yo no veo que nadie, de las personas que están subiendo tantos comentarios tan hirientes, esté haciendo referencias claras a alguna de estas dos películas.
Siento que ni siquiera las han visto y esto es lo peor porque, como le dije hace rato, aquí de lo que se trata es de que nos vean.
Ayer, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas dio a conocer que Ya no estoy aquí será la película que representará a México en el Oscar 2021 o, como dicen en muchas partes, que Nuevo orden se quedó con las ganas.
¡Perfecto! Le tengo un reto: véalas. Luche con todas sus fuerzas por ver Ya no estoy aquí y Nuevo orden, y compare.
¿Cuál está mejor? ¿Cuál merecía más competir por el Oscar? ¿Cuál tenía o tiene más posibilidades de ganar, de vender y de triunfar? ¡Cuál!
Felicidades a Ya no estoy aquí. Felicidades a Nuevo orden. Juntas son exactamente lo que está pasando en México y el mundo. Juntas dicen más de lo que muchos quisieran y este falso debate lo demuestra. ¿A poco no?