Hoy lunes 6 de marzo, a las 22:55, se va a estrenar “Vikingos” en el canal History2. Van a ser todos los capítulos de todas las temporadas, uno por noche.
Como usted sabe, “Vikingos” es una de las mejores series de todos los tiempos, un fenómeno irrepetible.
¿Cuál es la nota? Que “Vikingos” regresa a la marca que la vio nacer para celebrar diez años de éxito.
Qué rápido pasa el tiempo, ¿verdad? Todavía recuerdo cuando reporté esto por primera vez en 2013, la sorpresa, el impacto, todo lo que generó.
¿Por qué tendríamos que ver o volver a ver “Vikingos” en un canal de televisión de paga teniendo tantas opciones en línea?
Por saturación y certeza. No sé si a usted le pase lo mismo que a mí, pero hay tantos materiales, de tantos tipos, en tantas plataformas, que llega un momento en que uno se harta.
Elegir es un infierno porque los algoritmos de los diferentes sistemas de distribución de contenidos en línea a los que tenemos acceso son más mañosos de lo que parecen y porque uno puede perder horas nomás dándole vuelta a los menús.
Por si esto no fuera suficiente, de un tiempo a la fecha, decidir entre lo que “mandan” las plataformas se ha convertido en un horror porque casi siempre se trata de contenidos chatarra o de “novedades” que se caen después de uno o dos excelentes capítulos iniciales.
Es ahí donde regresar al cable se vuelve una bendición y más cuando se trata de History2 y de “Vikingos”.
¿Por qué? Porque ya sabemos lo que vamos a ver, no perdemos tiempo, cero decepción.
Luche con uñas y dientes por ver todo “Vikingos” desde hoy en History2. Le va a gustar. De veras que sí.
Teatro
¿En qué piensa usted si le digo tragedia? Seguramente en algo malo, exagerado, triste o deprimente.
La realidad es otra: la tragedia es el más elevado y necesario de los géneros dramáticos.
¿Por qué? Porque transforma al público, lo purifica, lo lleva a vivir una catarsis.
Los lunes como hoy, y los martes, a las 20:00, en el Centro Cultural Helénico, se presenta una tragedia de estreno titulada “Carne” que nadie se puede perder.
Es exactamente lo que una tragedia debe ser: liberación.
No le voy a contar detalles para no arruinarle la ida al teatro pero no hay manera de ver eso y de no sentirse como se sintieron las audiencias de la Grecia clásica sólo que con un texto de hoy perfectamente bien escrito por Reynolds Robledo.
Vamos de la violencia de género a la fe, del horror a la arrogancia de quienes se atreven a retar su destino, y de las revelaciones a las más bajas pasiones.
Por eso y por mil razones más, esto se llama “Carne” y la experiencia es deliciosamente multisensorial.
Los cinco sentidos se encienden con este magnífico trabajo de dirección de Enrique Singer y con las espléndidas actuaciones de Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Adrián Ladrón y Jesusa Ochoa.
Es increíble la redondez de cada uno de los personajes, la fuerza de las interpretaciones, los destellos de humor negro.
¿Cómo es posible que un género de este tamaño pueda tocar las cosas más cotidianas de las mujeres y de los hombres de 2023?
Le suplico que vaya a verla porque le quedan pocas semanas, porque es muy difícil ver tragedias de estreno en cartelera y porque en verdad es una obra muy buena. ¡Felicidades!
Álvaro Cueva
