Quiero ofrecerles una disculpa pública a muchos de los publirrelacionistas de las agencias, casa productoras, servicios de streaming y televisoras que me han estado buscando en los últimos días para que hable de sus contenidos.
Con mucha humildad hay algo que les tengo que recordar: soy periodista, no publicista.
Hemos llegado a un punto bastante penoso donde algunos agentes, de plano, me mandan mensajes a mi celular casi, casi, dándome la orden de ver ciertos materiales a ciertas horas y bajo ciertas condiciones porque así lo dispuso no sé qué corporación global.
Perdón, pero no. Así no funciona esto. Si sus clientes quieren triunfar en este país, nos tienen que respetar.
No somos sus empleados y no se vale meter en la misma canasta a periodistas, “influencers”, comediantes, “chismocitos”, “cuates” y familiares.
Yo no sé cómo sea en Estados Unidos o en Inglaterra hoy, pero no nos están haciendo un favor si nos invitan a ver una película en privado.
Además, hay algo que les tengo informar: en seis minutos de entrevista “junketera” nadie puede obtener una noticia de verdad.
Bueno, ya, el colmo, ni siquiera se alcanzan a contestar bien las cinco preguntas básicas que debe tener la más elemental nota periodística.
¿Por qué le estoy escribiendo esto? Porque mucho del atascadero que está usted padeciendo como consumidor de contenidos comienza en este punto y porque urge poner orden si aspiramos a seguir disfrutando del cine y la televisión.
Le voy a poner un ejemplo que me tiene muy afectado: hoy viernes 18 de noviembre todo el mundo va a estrenar cualquier cantidad de maravillas.
¿Y quién las va a ver? Nadie. ¿Por qué? Porque en muchos lugares no hay clases, porque es El Buen Fin, porque la oferta de espectáculos en vivo está más fuerte que nunca y porque ahí viene el Mundial de Futbol. ¿Le sigo?
Si usted me preguntara cuál es la nota, ¿sabe lo que le respondería? Que este domingo se va a estrenar en México, de manera oficial, el final de la quinta temporada de la serie “The Handmaid’s Tale” (“El cuento de la criada”) en Paramount+.
No sé si usted lo sepa, pero “The Handmaid’s Tale” es una de las series más importantes de los últimos años.
Cuando la humanidad haya dejado de hablar del tambache de contenidos que nos están recetando en este momento en tantas partes, todavía habrá gente charlando de esto como hoy sigue habiendo personas que platican de “Game of Thrones”, “Breaking Bad” y “The Sopranos”.
¿Cuál es el problema? Que como el juego es hacerle publicidad disfrazada de exclusiva al que más presione, ni quien se digne a darle seguimiento puntual a “El cuento de la criada”, ya no se diga a sensibilizar a las audiencias sobre este gran acontecimiento mediático.
No se vale. Es injusto, muy poco profesional.
Perdón si hoy me pasé de rudo pero urge que le pongamos orden al trabajo de muchos de los publirrelacionistas de las agencias, casa productoras, servicios de streaming y televisoras antes de que, por su inexperiencia, espíritu competitivo o por las mil y un presiones a las que están sujetos en su día a día, acaben con la industria.
Luche con todas sus fuerzas por ver el final de la quinta temporada de la serie “The Handmaid’s Tale” este domingo en Paramount+. Le va a gustar. De veras que sí.
Álvaro Cueva
