No doy crédito de lo increíblemente buena que es la película “Tetris” de Apple TV+.
Ni pierda el tiempo yendo a las salas cinematográficas a ver las cosas que las distribuidoras le quieren imponer o navegando durante horas para encontrar algo medianamente digno en el atascadero de plataformas que tenemos en el mercado.
Ponga Apple TV+ y prepárese para gozar con un filme que dice muchas más cosas de las que la gente de la industria del entretenimiento quisiera reconocer.
¿Como qué? Como que ahora los videojuegos son los que mandan y si no me cree, tan sólo acuérdese del fenómeno de “The Last of Us”.
“Tetris”, como su nombre lo indica, es la historia del Tetris, del famosísimo videojuego que millones de personas jugamos desde los años 80 en enemil versiones, tamaños y dispositivos.
¿Cómo puede ser que la historia de un juego que no cuenta nada sea tan atractiva?
Ahí está la clave de esta chulada de espectáculo, que nos vamos a enterar de todo lo que se tuvo que hacer para que esto llegara hasta donde llegó.
Y, en la cúspide de las aportaciones culturales, vamos a apreciar el insospechado papel de los videojuegos en la caída del muro de Berlín.
Le juro que cuando supe que se estaba filmando esto dije: “Jamás la voy a ver. ¡Qué flojera tan más grande!”
Por eso ni siquiera hice el más mínimo esfuerzo por echármela antes de su estreno.
El caso es que con la llegada de la Semana Santa y esas pocas horas extra que muchas personas comenzamos a tener, reflexioné y pensé: “Está bien. Le voy a dar chance”.
¡Y cuál! Para el minuto diez yo ya estaba dándole golpes a la mesa de la emoción. ¡Qué locura! ¡Qué aventuras! ¡Qué mundo!
“Tetris” vale como un filme de entretenimiento puro, pero también como una clase de historia, de emprendimiento, de cultura pop, de valores familiares y de muchas cosas buenas más.
Lo que más me enloquece es que nos puede fascinar a quienes vivimos ese momento tan especial de la historia universal, pero también a las nuevas generaciones, a las y los adolescentes, niñas y niños de hoy.
Las razones son muy simples: todas y todos juegan videojuegos y por la acumulación de muchas muy extrañas razones, todas y todos sienten una enorme fascinación por lo de antes, por la nostalgia, por lo vintage.
Por si esto no fuera suficiente, como fue mi caso, ver “Tetris” es una experiencia que une a la familia porque abre el diálogo para que los abuelos y los padres charlemos con nuestros hijos y nietos sobre cómo era la vida en los 80 y los 90 con las computadoras, los videojuegos, los faxes y todo eso que hoy suena como de la era de las cavernas.
Si usted, como yo, ya admiraba a Taron Egerton por actuaciones tan inolvidables como cuando le dio vida a Elton John en “Rocketman”, aquí lo va a amar.
A su lado hay pura estrella que usted identificará inmediatamente por haberlas visto en “Los piratas del Caribe”, “Capitán América”, “Game of Thrones”, “The Americans” y cualquier cantidad de éxitos.
Ni le cuento de los valores de producción (impresionantes), de la parte cinematográfica (que se da el lujo de convertir en imágenes de videojuegos hasta las más preciosas secuencias de persecución) o de la música de aquellos tiempos (tan bien seleccionada para amenizar las escenas clave), porque entonces sí no voy a acabar nunca.
No doy crédito de lo increíblemente buena que es la película “Tetris” de Apple TV+.
Luche por verla ya, pero ya. Le va a gustar. De veras que sí.