¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? Uniste a todo México en el Palacio de Bellas Artes.
Hoy, que estamos más divididos que nunca. Hoy, cuando el rencor nos ha hecho olvidar nuestros valores, apareciste en ese escenario y nos juntaste en un acto de amor sin precedentes.
Como bien dijo el inmenso Miguel Sabido en el programa especial que te hicimos el viernes pasado en Canal 22, eres una diosa en el olimpo de la cultura mexicana, la diosa de la alegría, la diosa que más necesitábamos ese 29 de agosto.
¡Gracias! ¡Gracias por tanto! ¡Gracias por existir! Gracias por ese momento mágico en que uniste a los ricos y a los pobres, a los intelectuales y a los analfabetos, a las mujeres y a los hombres, a los jóvenes y a los viejos.
Gracias, diosa Silvia Pinal, por ponernos a cantar y a bailar con Bianca Marroquín, Fela Domínguez, Stephanie Salas, Alan Estrada, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Compañía Nacional de Danza.
Gracias, adorada reina Silvia Pinal, por recordarnos tu trayectoria en voz de Sylvia Pasquel, por hacernos vibrar con las palabras de Diana Bracho y por hacernos pensar con las reflexiones de esos enormes críticos de cine.
Gracias, amadísima madre Silvia Pinal, por tu familia, por esa dinastía monumentalmente talentosa que no para de iluminarnos, por ser una mujer que siempre ha inspirado a otras mujeres, por ser un orgullo de México.
Felicito públicamente al Instituto Nacional de Bellas Artes, al Palacio de Bellas Artes, a la señora Sylvia Pasquel, a Cineteca Nacional, a Canal 22 y a todas las personas e instituciones por esta iniciativa.
Tú, que has cambiado la historia con muchísimas aportaciones en tantísimos momentos, volviste a cambiar la historia con ese maravilloso homenaje que será recordado para siempre porque fue en vida.
Ahí estabas tú, pudiste sentir ese amor, tu familia entera vibró de emoción ante el respeto de todas esas autoridades, ante la veneración de todas esas estrellas y, lo más hermoso, ante el cariño sincero del pueblo más humilde, más sincero, que no paraba de gritarte cosas hermosas, de echarte porras ni de aplaudirte de pie.
Jamás voy a olvidar tu cara ni la de los tuyos cuando entraste a ese teatro que significa tantas cosas tan importantes ni cuando subiste a ese escenario que sólo pisan los verdaderamente grandes.
Sueño con que Televisa repita la magnífica bioserie que te produjo la gran Carla Estrada, que cadenas como Cinépolis reestrenen “Viridiana” y que se diga lo que jamás se ha dicho de ti para que nos sigas uniendo, para que nos sigas llenando de felicidad.
¿A cuántas estrellas conoces tú que después de trabajar con Luis Buñuel hayan decidido atender al pueblo con lo más entrañable de autoras como Yolanda Vargas Dulché?
¿A cuántas actrices ubicas que después de participar en los más deliciosos musicales se hayan puesto a hacer el teatro más erudito de genios como Mario Vargas Llosa?
¿A cuántas leyendas de la cultura y del espectáculo has visto que después de hacerlo todo, se hayan puesto a crear, a producir y a innovar con contribuciones tan inolvidables como “Mañana es primavera”, “Eclipse” y “Mujer, casos de la vida real”?
¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? ¿Te das cuenta de lo que es tu vida?
Bendita seas, Silvia Pinal. Me sumo a este homenaje, te ovaciono de pie y me rindo ante ti como la diosa que eres.
Con todo mi amor, Álvaro Cueva.
Álvaro Cueva