Blim acaba de estrenar una película nacional muy bonita, de ésas que acarician el alma. Se llama Los días que no estuve y a mí me encantó.
¿Por qué? Porque le da un giro maravilloso a la mexicanísima figura del padre ausente, porque pone sobre la mesa cuestiones muy delicadas sobre las nuevas masculinidades y porque, definitivamente, hay que verla.
Los días que no estuve es la historia de un hombre que tiene una de las profesiones más horribles del universo: es un payaso de la televisión, como hay muchos.
A este señor le pasan cosas y tiene la oportunidad de recuperarse, de reinventarse. ¿Lo conseguirá?
Le juro que esto es más interesante de lo que parece porque esta película está llena de sorpresas y porque las actuaciones son sensacionales.
Ana Valeria Becerril, la ganadora del Ariel por Las hijas de Abril, famosa en el mundo entero por Control Z de Netflix, está como para comérsela a besos de tan creíble, tan transparente.
Martín Altomaro está mejor que nunca. No sé usted, pero yo estoy convencido de que aquí está interpretando al personaje más complejo de su carrera y de que lo hace espléndidamente bien.
Martín viaja de lo cómico a lo desgarrador, de lo heroico a lo cobarde, de lo erótico a lo patético y del hijo abandonado al padre irresponsable.
Está tremendo como Irene Azuela, José Sefami, Sara Casasnovas y todos los demás en esta cinta dirigida, producida y escrita por Samuel Ríos y Valles.
Los días que no estuve es una muy bonita propuesta. ¡Qué bueno que Blim esté apostando, también, por apoyar al cine mexicano! Luche por verla. Le va a encantar. De veras que sí.
Series
Dígame, por favor, que usted ya vio The Flight Attendant en la nueva plataforma HBO Max. ¿No es la serie más alucinante del mercado?
Uno la comienza a ver y siente que está en la más chistosa de las comedias. Luego, en la más sensual de las experiencias para adultos.
No, pero luego, que está en el más emocionante de los espectáculos de acción. De ahí, pasamos a cuestiones mucho más sociales, de resolución de enigmas.
El valor de esta serie está en la manera tan brillante, tan entretenida, como reinventa el espectáculo audiovisual porque, además, sí es una serie, pero también vale como la mejor de las películas. ¡Es una locura!
¿Cuál es la nota? Primero, que la protagonista es Kaley Cuoco, nuestra amada Penny de The Big Bang Theory en una evolución actoral simple y sencillamente magistral.
Después, que toda The Flight Attendant está nominada a nueve Emmys y que vienen de enemil nominaciones previas a los Golden Globes, a los Screen Actors Guild Awards y muchas otras premiaciones.
Y por último, no nos hagamos tontas, no nos hagamos tontos, nos llegó muy tarde a México y a toda América Latina. Por lo mismo, las multitudes no la están considerando en medio de tantos estímulos de tantos sistemas de distribución de contenidos en línea. ¡No se vale!
Yo lo que le pido es que la vea. Más allá de críticas, valores estéticos y aportaciones, The Flight Attendant es una de esas series que justifican la existencia de la televisión (aunque usted la vea en su celular).
Además, están muy buenos los chismes, las intrigas y todo lo que pasa en ella.
Dígame, por favor, que usted ya vio. ¿Verdad que está lo máximo?
