Viene el fin de semana más romántico del año y a los señores de Starzplay se les ocurrió utilizarlo como pretexto para estrenar una serie fantástica. Se llama Little Birds.
¿Y? ¿Qué tiene de fantástica? ¿A qué viene al caso con el Día de San Valentín?
Little Birds está inspirada en textos de Anaïs Nin (Pájaros de fuego), una de las autoras de literatura erótica más importantes de todos los tiempos.
Imagínese usted, por favor, un día tan apasionado, un día tan lujurioso, rematado por esta historia de mujeres que se atreven no sólo a sentir placer sino a llevarlo más allá de lo establecido.
Es la oportunidad perfecta para abrazar a la pareja mientras se mira la televisión, para reflexionar sobre lo mucho o lo poco que ha cambiado el mundo desde 1955 y, lo más importante, para darle rienda suelta al erotismo.
Little Birds es el conglomerado más alucinante de fantasías sexuales que usted se pueda imaginar convertido en serie de televisión. Ojo: no es porno, pero casi.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera lo suficientemente atractivo, el chisme está muy bueno porque, de origen, esto es una suerte como de primetime soap opera tipo Dynasty o Melrose Place, con muchas intrigas, con muchas truculencias, pero con una producción del más alto nivel internacional y con un reparto magnífico.
Vamos de las locaciones más primorosas de un Tánger que ya no existe hasta los espacios más siniestros de un sadomasoquismo que se adelantó a su época.
Y de una Juno Temple de Maléfica, que está sensacional, a nuestra queridísima chica Almodóvar Rossy de Palma haciendo en pantalla hasta lo que no, pasando por una actriz libanesa de nombre Yumna Marwan que pinta para ser la revelación del año y más, por muchas grandes actrices (y actores) más.
La recreación de la época es la cosa más exquisita que usted se pueda imaginar: la ropa, el maquillaje, los cuerpos, los colores, las luces, las texturas.
No le voy a decir nada más porque sí me interesa que la vea. Quiero que sea algo así como mi regalo del Día de Amor y la Amistad.
Le juro que cuando terminé de ver esto dije: ¿por qué nadie lo había hecho antes así, en serie?
¿Por qué nadie había comprado los derechos de Anaïs Nin? ¿Por qué todo el mundo se emociona con propuestas como las de Cincuenta sombras de Grey cuando tenemos estos antecedentes tan poderosos?
No y ni nos metamos con la parte ideológica porque esto es exactamente lo que vale la pena ver hoy: mujeres que no se dejan, que no permiten que el matrimonio las destruya, que se empoderan a través del placer. Es una grandiosa recomendación.
Qué bueno que la casa productora SKY, la creadora original de este concepto tuvo a bien rescatar este material para las nuevas generaciones y qué magnífica noticia que los ejecutivos de Starzplay decidieron comprarlo para distribuirlo en México y en toda América Latina.
Algo me dice que el libro se va a volver a vender como pan caliente.
Le recuerdo: Starzplay es un sistema de distribución de contenidos en línea bastante accesible y con muy buenos materiales.
Little Birds se va a estrenar el 14 de febrero y si lo suyo es la sensualidad, el romance, la intriga y el pecado, será feliz. Se lo garantizo.
