¡Ya viene la escena de cama! ¡Ya viene la escena de cama! ¡Ya viene la escena de cama!
Si todo se va a dar como quedó el viernes pasado, hoy vamos a ver la esperadísima escena de cama entre Leonel (Fernando Colunga) y Alba (Livia Brito) en “Amanecer”.
No sé usted pero yo muero por saber qué van a hacer los responsables de esta producción de Juan Osorio porque obviamente no nos van a dar lo mismo que en “Monte Calvario”, “Te sigo amando” y “La que no podía amar”, ¿o sí?
Leonel no es malo pero entre que ya la ama y entre que ella cometió el error de echarse la culpa de la muerte de la niña Paulina (Mía Fabri) aquello puede estar o muy romántico o muy fuerte.
¿Qué le va a hacer Leonel a Alba? ¿Cómo la va a tratar? ¿Cómo la va a dejar?
Y es que también Albita muy víctima, muy sufrida, muy reprimida pero bien que se agarró a besotes con Sebastián (Daniel Elbittar) en la playa.
O sea que, en términos melodramáticos, merece un castigo. Si es que tener una escena de cama con el megagalán de Leonel se puede considerar como un castigo.
A propósito de Sebastián, yo sí quisiera hacerle un reconocimiento público a Daniel Elbittar. Le voy a explicar por qué:
En esas escenas en las que su personaje estaba engatusando a Alba en la playa hubo una particularmente buena donde el señor estaba tan concentrado en lo que estaba diciendo, tan metido en la acción, que no se dio cuenta de que una cucaracha se estaba paseando por su brazo derecho.
Si yo hubiera estado grabando en la playa con el calor, la humedad, el viento y la noche, y una cucaracha me saliera de la nada, le juro que grito, interrumpo, hago algo.
Daniel, como un guerrero de la actuación, o no se dio cuenta o no quiso hacer nada para no afectar a la producción. El tiempo es dinero. Hubieran tenido que volver a empezar con todo lo que eso hubiera significado.
¡Ésos sí son actores! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo! Y la invito, lo invito, a buscar la cucaracha en VIX. ¡Ay, no, a mí sí me dio asquito! ¡Y si no era una cucaracha, era un insectote que se movía muy feo!
Y ya que andamos en cosas feas, yo debo ser el más horrible de los seres humanos porque cuando Covadonga (Blanca Guerra) mató a Aldo (Iván Arana) hasta le aplaudí.
¡Méndiga Covadonga! ¡Muy enferma! ¡Muy débil! ¡Pero quién sabe de dónde sacó fuerzas para asfixiar con semejante gracia a ese tipo en un escenón épico en el piso!
La actuación de Blanca fue memorable. Me acordé de María Rubio haciéndola de Catalina Creel. Como para hacerle memes. Inmensa, lo que le sigue como mi Atocha (Ana Belena) que está cada vez más siniestra.
Atochita está desatada. Le dice y le hace unas cosas horribles a todos. Lo del secuestro fue imperdonable pero su vida sexual con Íñigo sí es el delirio de delirios.
Algo bueno debe hacer ese monstruo en la cama como para que tenga a Íñigo como lo tiene.
Pero para bondades, Prudencia (María Rojo). Hubo una escena la semana pasada como para invitarla a los programas de radio y abrir debates.
Prudencia le lleva a Doroteo (Salvador Sánchez) una sopa de ésas muy suculentas que sólo se hacen en las producciones de Juan Osorio. Se la sirve pero el señor no se la puede tomar porque le tiembla la mano. Asumimos que tiene alguna enfermedad tipo Parkinson.
¿Y qué hizo mi Prudencia adorada de mi corazón? En lugar de poner cara de circunstancia o de rechazarlo, le entregó cuatro veces más amor y le fue dando la sopita en la boca cucharada a cucharada.
Quiero que entienda, por favor, lo que esto significa a nivel social. Los mensajes que le manda a los adultos mayores, a las personas enfermas.
Es la esperanza que nadie más les había mandado. Es el amor al que también tienen derecho. ¿Ahora entiende por qué me gusta tanto esta telenovela?
Le voy a dejar tarea: observe con atención a los personajes femeninos. ¿Qué tienen todos en común: positivos o negativos, jóvenes o viejos? ¿Qué nos dicen de las mujeres? ¿Qué nos dicen de la violencia de género?
Luche con todas sus fuerzas por seguir viendo este melodrama seriado en Las Estrellas, Univision y VIX. Le va a gustar. De veras que sí.
