Yo pensé que “Jalas o te rajas” de Prime Video iba a estar bueno, pero me equivoqué. No está bueno, está buenísimo. Es la cosa más endemoniadamente divertida que he visto en mucho tiempo. ¡Lo amé! ¡Lo amé! ¡Lo amé!
¿Por qué? Porque está lleno de odio, de rencor, de venganza.
¿Cómo es posible que le esté diciendo esto? ¡Es odio! ¡Es rencor! ¡Es venganza! Son puras cosas horribles.
Le explico: ¿se acuerda usted de los legendarios programas de actividades peligrosas de los años 2000 como “Jackass”, “Nitro Circus” y “No te equivoques”?
Hoy, todo eso está más que prohibido porque es políticamente incorrecto y por algo todavía peor: los retos virales.
Las nuevas generaciones no necesitan ver a una estrella de la televisión arriesgando su vida para hacer estupideces. Tienen todo eso y más en sus redes sociales.
¡Pues qué cree! A alguien se le ocurrió una idea verdaderamente magistral: recuperar el espíritu de aquellos programas, que a todas luces eran chistosísimos, morbosos y espectaculares, pero transformándolo en algo positivo.
¿Cómo? Utilizándolos como una válvula de escape social, como un medio para castigar a los agresivos, a los acosadores, a la gente de lo peor.
El resultado es prodigioso porque volvemos a aquel humor, a aquella curiosidad y a aquellos espectáculos pero descargando muchas de nuestras más profundas frustraciones, sanando a través de la comedia.
Le voy a poner un ejemplo del dominio público: Facundo inventó que Lorena Herrera es hombre. Eso le dolió mucho a Lorena y le provocó un montón de problemas.
¿Qué tal si ahora le hacemos justicia a Lorena obligando a Facundo a vivir una experiencia de aquellas desde las alturas, entre balonazos o mierda?
¿Ya me entendió? Está lo máximo porque, además, los genios detrás de este concepto idearon algo todavía mejor: potenciar lo más divertido de aquellos programas convirtiéndolos en una competencia.
Los protagonistas de la primera temporada de “Jalas o te rajas” son Facundo y El Escorpión Dorado, famosos por sus “payasadas”, por haber “insultado” a alguien, por tener “enemigos”.
En cada episodio de esta “serie”, un “enemigo” de estos dos personajes los sorprende y canaliza su odio obligándolos a participar en las dinámicas más extremas que usted se pueda imaginar para ver quién de los dos pierde.
Hay un premio, pero el ganador no se lo lleva, se le entrega a una institución de beneficencia.
Tuve el privilegio de ver los dos primeros capítulos de esta joya y estoy convencido de que es mil veces mejor que “LOL”, que es la gran aportación cómica de Prime Video. ¡Imagínese el nivel!
Facundo y El Escorpión Dorado son dos inmensas figuras del entretenimiento en español, representan dos generaciones diferentes, se volvieron famosos en mundos opuestos.
El resultado es glorioso. Por un lado nos ayuda a convertir en risas muchas de las peores cosas que llevamos dentro. Pero, por el otro, tiene unos valores de producción de los mejores del mundo.
No es un programita chilango. ¡No! Se hace a lo largo y ancho de todo México y cada dinámica es más cara, más peligrosa y más cinematográfica que la anterior.
La narrativa es excelente, salen El Licenciado “Volado” y El Becario, la voz de la narradora es magnífica. ¡Qué coordinación de invitados! ¡Qué edición!
No le quiero contar detalles para no arruinarle la experiencia pero es el mejor regalo del Día del Padre que a Prime Video se le pudo haber ocurrido y sueño con el momento en que, en lugar de ajusticiar a Facundo y El Escorpión Dorado, nos permitan castigar ahí a nuestros políticos y a muchas figuras públicas que merecen eso y más. ¿A poco no?
Luche por ver a partir de hoy viernes 16 de junio “Jalas o te rajas” en Prime Video. Le va a gustar. De veras que sí.