A la memoria de Queta Lavat.
Hace muchos años, cuando el fraude electoral de 2006, fui a dar un seminario de periodismo de espectáculos a Panamá y, como siempre, llevé ejemplos de todo: cine, telenovela, música y, por supuesto, documental.
Entre los documentales que llevé había uno titulado “¿Quién es el señor López?” que el gran Luis Mandoki hizo sobre Andrés Manuel López Obrador.
No sabe usted el exitazo que tuvo esa película entre los periodistas de todo el continente que participaron en aquellas sesiones. Uno de ellos, que era crítico de cine, de plano, me pidió el DVD y yo, por supuesto, se lo regalé.
¿Por qué le estoy contando esto? Porque no existe mejor herramienta para conocer a los políticos que el cine documental.
Político que es seguido por un documentalista, político que es de verdad.
No se preocupe por las figuras que hacen documentales, preocúpese por las que no hacen nada o por las que contratan escritores fantasma para sacar libros.
Frente a las cámaras y a los micrófonos del cine, no hay manera de mentir.
Por eso quiero felicitar públicamente a Claudia Sheinbaum por la producción y difusión en Youtube de “Claudia, el documental” como parte de sus estrategias de precampaña.
Ese material, de escasos 40 minutos, vale más que cientos de discursos, entrevistas y mesas de debate.
¿Por qué? Porque ahí la vemos retratada con una transparencia admirable.
Nadie está dramatizando su lucha por salir adelante como niña, como estudiante y como mamá.
Ahí la vemos de chiquita, tocando la guitarra, bailando. Pero también de grande jugando con sus hijos, yendo de las anécdotas más íntimas a las más sociales.
Sí, yo sé que muchas personas deben estar diciendo: ¡A mí qué me importa todo esto si finalmente lo que quiero es una candidata que gane y que cuando llegue a la presidencia resuelva tal o cual problema!
Perdón, pero verla así, en esta clase de materiales, es fundamental.
¿Por qué? Porque es la única manera real, tangible, que podemos tener para entenderla como persona y proyectar su futuro como candidata y, posteriormente, si gana, como presidenta.
Si usted dudaba de las capacidades, de la congruencia o del liderazgo de la señora, ahí está toda la información que necesita para resolver sus dudas y hasta para comprender otras cuestiones.
“Claudia, el documental” es impresionante tanto como material de precampaña como ejercicio cinematográfico.
Se necesita mucho valor para abrir el corazón de esa manera, para compartir videos familiares tan íntimos, para decir las cosas que la señora dice frente a su madre, frente a su pareja.
No se trata de que sea perfecta. Se trata de que sea como es. ¿Cuántos precandidatos de los que usted está viendo y escuchando en los “spots” que inundan los medios tradicionales están siendo como son?
Y sí, está la parte personal, pero también la académica y la política.
No sé usted pero yo jamás me imaginé a Claudia levantando encuestas casa por casa, atendiendo el 911 durante la pandemia ni enfrentando al crimen organizado.
¿Ahora entiende cuando le digo que un documental vale más que mil entrevistas de ésas que los conductores de radio y televisión hacen más pensando en el “rating” que en la información?
No le voy a contar detalles de lo de AMLO ni de otras cuestiones para no arruinarle la experiencia. Lo que sí quiero es sensibilizarlo sobre lo que va a ver en términos cinematográficos.
Aquí hay un gran guion, un extraordinario trabajo de investigación videográfica y unos testimonios muy bien realizados, muy bien colocados. Es un gran trabajo.
¿Sabe usted quién es el genio detrás de la idea original de esto? Luis Mandoki. Sí, el mismo de “¿Quién es el señor López?”. ¿Así o más recomendable?
Luche con todas sus fuerzas por ver “Claudia, el documental” en Youtube. Le va a gustar. De veras que sí.