Hoy se estrena Sexo, pudor y lágrimas 2 en HBO Max y esto es un acontecimiento imperdible por donde quiera que se le vea.
Sexo, pudor y lágrimas, el filme original de 1999, fue una cinta que cambió la historia del cine nacional diciendo cosas que no se decían.
Todavía hoy, muchas de las frases de Sexo, pudor y lágrimas son parte de nuestro imaginario colectivo. Todavía hoy, esa magistral conjunción de estrellas significa algo para las multitudes.
Vamos de Susana Zabaleta a Víctor Huggo Martín, de Mónica Dionne a Demián Bichir y de Cecilia Suárez a Jorge Salinas pasando por un montón de talentos más.
¿Pero sabe qué es lo más maravilloso? La vigencia de esta obra del escritor y director Antonio Serrano.
No hay manera de verla y de no involucrarse, de no amarla y de no divertirse.
Hoy, a más de 20 años de distancia, Sexo, pudor y lágrimas regresa con una secuela que a mí me tiene con la boca abierta.
¿Por qué? Porque es un homenaje a la película original y, al mismo tiempo, una provocación.
¿En qué sentido? Usted nada más imagínese lo que es darle continuidad, a tantísimos años de distancia, a aquello legendarios personajes de los años 90.
No, pero espérese, ¿qué pasa con los hijos de aquellas parejas? ¿Qué pasa con las nuevas generaciones?
Ahora, cuando se trata del sexo, del pudor y de las lágrimas, hay que hablar, además de todo lo que se dijo hace veintitantos años, de diversidad sexual, de otros temas que no sustituyen a los del filme original, que se suman.
El resultado es una joya donde las nuevas generaciones van a encontrar eco y las audiencias de 1999, también.
Estoy muy complacido con esta película porque pudo haber sido una telenovela baratísima, pero no, cuando uno la mira completa enloquece de placer y acaba con una sensación muy bonita en el alma.
Y antes de que muchos “expertos” comiencen a amarrar navajas, debo decir, con orgullo, que hasta el mismísimo Antonio Serrano aparece en los créditos de producción.
Esto está supervisado por pura gente que sí sabe de guiones, que sí sabe de psicología, como la gran Liliana Abud.
Es muy chistosa, es muy intensa. Es Sexo, pudor y lágrimas, pero dos y con una camada de nuevos actores que, así como los de 1999, se convertirán en los ídolos del futuro.
José Ángel Bichir está haciendo a un personaje que es poco menos que un regalo del destino. Lo va a amar.
Naian González Norvind le robará el corazón con una interpretación sublime. Ximena Romo es lo máximo. No la pierda de vista.
Paco Rueda está increíble dándole un giro radical a su carrera. ¿Y qué me dice de Victoria Volkova? Es una sorpresa total.
Qué gran trabajo de dirección de Alonso Íñiguez, responsable del cañonazo teatral “Dos más dos” con Adal Ramones. ¡Felicidades!
¡No, y la música! Yo todavía no puedo decidir cuál de las diferentes versiones de la canción de Aleks Syntek que se tocan en esta propuesta me gusta más.
Hay una con Alejandra Guzmán como para morirse de tan desgarradora.
¿Cuál es la nota? Que esto es una exclusiva de la plataforma HBO Max. ¿Así o más claro que las cosas están cambiando?
Luche con todas sus fuerzas por ver ya Sexo, pudor y lágrimas 2. Si lo suyo, lo suyo, lo suyo, es esto, le va a encantar. De veras que sí.
