La alcaldía Iztacalco, esa donde hay coladeras sin tapadera y cuando ocurren accidentes ninguna autoridad se aparece, fue el escenario elegido por la jefa de Gobierno para relanzar sus giras por Ciudad de México. El jefe de la demarcación, Armando Quintero, esta vez sí tuvo tiempo y disposición para aparecerse sin mayor dilación, ataviado con los colores guindas de su partido en camisa y chamarra, mientras que el estrado desde donde habló a la multitud fue tatuado con una leyenda en la misma tonalidad: “Honestidad que da resultados”.
Claudia Sheinbaum se pasea en medio de porras, abrazos con los asistentes y gritos de “¡presidenta!” mientras el propio Quintero y Martí Batres, secretario de Gobierno capitalino, le alzan los brazos en señal de triunfo cuando llega al estrado. Vecinos le lanzan besos, estiran sus manos para saludarla, le hacen demandas y una sonrisa que parece eterna es la respuesta para todos. Faltaba más. El alcalde, por supuesto, es el más feliz: el acto salió redondo y él ya se vio.
Usted se preguntará con razón por qué se ha organizado un acto abierto de proselitismo, de precampaña o de campaña, como se quiera, fuera de tiempos, cuando aún no se fijan siquiera las reglas definitivas para la contienda entre morenistas en busca de candidato presidencial. Y la respuesta es que a pesar de lo que le cuento, lo que se vivió en Iztacalco la tarde del miércoles pasado no fue acto de campaña electoral, sino solo una visita para llamar a conformar comisiones vecinales en materias de seguridad y salud. Preocupada ella por sus gobernados, pues. “Asambleas informativas” es el eufemismo oficial.
Y como ni modo que todo quede en un acto, ayer repitió el numerito en Gustavo A. Madero, cuyo alcalde, Francisco Chíguil, no se quiso quedar atrás y también dio la bienvenida a la jefa de Gobierno, con tal emoción que se lanzó a decirle que “no está sola” y que cuenta con él, y por extensión con los habitantes de la demarcación, una de las más azotadas por la violencia, para lo que viene, mensaje del que debieran tomar nota ya las otras corcholatas.
Batucada, selfis, banderas y hasta de porrista el líder de Morena, Mario Delgado (¿qué hace él en un “acto de gobierno”?)… todo para una “asamblea informativa”.
Ya no cuidan las formas, se saben impunes.
Alfredo Campos Villeda
@acvilleda