Política

Pliego de demandas del SNTE

  • Apuntes pedagógicos
  • Pliego de demandas del SNTE
  • Alfonso Torres Hernández

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha convocado a consulta a sus agremiados para configurar el Pliego Nacional de Demandas 2025, como lo ha venido haciendo en los últimos años en los primeros meses del año. Quizá se puedan repensar los tiempos y hacerla en los meses previos a la discusión de la iniciativa del Presupuesto de Egresos de la Federación para que el Poder Ejecutivo y Poder Legislativo adviertan el volumen y alcance de las demandas y con ello asignar los presupuestos correspondientes, en este caso a la educación. De seguir así, las demandas configuradas serán atendidas en razón al presupuesto anual aprobado, con escaso o nulo margen de acción para concretarlas con éxito.

Las demandas laborales del magisterio son diversas, en tanto que expresan un reconocimiento de que existen problemas graves en nuestra educación, lo que implica una reflexión crítica de la situación y condiciones en que se realiza. En este sentido, la configuración de un Pliego Nacional de Demandas nos exige participar, opinar, criticar, analizar, debatir y proponer. Los docentes y la organización sindical debemos estar informados respecto a la situación integral de las condiciones y derechos laborales para tener un posicionamiento político-sindical, firme, claro y solido, en aras de lograr lo mejor para el gremio año con año. En este sentido, independientemente de las demandas específicas, considero esencial poner atención a las siguientes demandas que son definitorias para una mejor condición laboral. No son las únicas demandas, sólo es una mínima parte.

La primera, y más relevante, tiene que ver con el salario docente. La promesa del gobierno federal es recurrente desde la creación del SNTE en 1943: mejorar el salario de las maestras y maestros. Sin embargo, a más de 80 años la demanda sigue vigente. Los docentes hemos visto, por lo menos desde la implementación de las políticas neoliberales en educación, como los aumentos salariales se han estancada en puntos porcentuales que fluctuan entre el 3.0 y 6.0 %, porcentajes que se diluyen en razón al costo de vida y poder adquisitivo. El SNTE debe ser más enfático y firme en la política salarial, estructurar una demanda salarial que refleje puntualmente lo que significa la labor del docente en el desarrollo social, económico y cultural de México. Demandar un salario que permita a maestras y maestros una vida digna y el reconocimiento social a la profesión docente. No es irracional pensar en un aumento superior a los 20 puntos porcentuales pero tal vez si lo sea aceptar uno menor al 5%.

Una segunda demanda es la referida a los programas para estimular la labor docente y reconocerla o para lograr algún ascenso. Los esquemas de participación han estado montados en la racionalidad técnica, producto de la lógica de mercado y neoliberal, es decir, la lógica de competencia (“donde no hay para todos”) o sujeta a las limitantes presupuestales. La labor docente deber ser valorada y reconocida desde otras lógicas y procedimientos, que no sean excluyentes. Finalmente la configuración del magisterio actualmente (provenientes de distintas profesiones e instituciones) es producto de las políticas neoliberales implementadas en la alianza SEP-SNTE. La sustitución de la USICAMM por otro organismo debe tener la premisa de revalorar la función docente y reconocerla como profesión en todo su sentido, con carácter incluyente y distanciado de compromisos y lealtades sindicales.

Una tercera demanda, tiene que ver con la seguridad social y prestaciones a que se tiene derecho. La exigencia de servicios de salud de calidad es recurrente año con año, lo que implica que el SNTE no esta siendo lo suficientemente firme en su demanda. Es necesario salir del conformismo social y exigir una mejor atención médica, medicamentos suficientes, instalaciones equipadas, personal médico especializado y construcción de más clínicas en lugares de alta demanda y/o concentración de docentes. La otra parte tiene que ver con la mejora de las prestaciones y la jubilación digna, considerando el 100% del salario.

La cuarta demanda refiere a las condiciones institucionales de trabajo docente. El SNTE debe exigir a la SEP que cada escuela y cada centro de trabajo tenga las condiciones materiales, de infraestructura y equipamiento para el desarrollo de la tarea educativa. Las exigencias de un mejor trabajo no se puedan dar en condiciones desfavorables. En este rubro es urgente la revisión y cambios de criterios (actualmente asociados a lo presupuestal) para la definición del número de alumnos y grupos que pueda atender un docente. Los grupos con números excesivos de alumnos no son congruentes con las exigencias administrativo-pedagógicas que actualmente impone la SEP. Usted, estimado docente, puede agregar las demandas que considere necesarias.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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