Tenía 18 años de edad y en unos meses iniciaría con sus estudios de Ingeniería. Sus compañeros en STEM de Highlands Ranch en Colorado, dicen que continuamente sonreía y era una de las personas más amables de la escuela. Sara Stacks, amiga de la infancia, relata que Kendrick Castillo “se preocupaba más por su fe, su familiay amigos, que por él mismo o cualquier otra cosa”.
Hace un par de días, mientras Kendrick tomaba una de sus clases, Devon Erickson, también de 18 años de edad, entró al aula con un arma y empezó a disparar. De inmediato Kendrick se abalanzó sobre él para que sus compañeros pudieran esconderse o huir. En ese momento recibió un disparo en el pecho que le costaría la vida.
El gobernador Jared Polis dijo a través de Twitter: "El héroe de Colorado Kendrick Castillo perdió su vida salvando a otros. Se lanzó sobre el atacante y ayudó a prevenir una tragedia aún mayor. Colorado siempre recordará el heroísmo de Kendrick Castillo".
El joven era hijo único, y John Castillo, su padre, ha dicho que él hubiera preferido que Kendrick huyera o se escondiera; pero sabía que ese no era su carácter. El ejemplo de este joven latino ha impactado a muchos en Estados Unidos, y no es para menos. Si Kendrick no hubiera actuado, es probable que el ataque concluyera en otra masacre estudiantil.
El suceso me hizo recordar el amor de Dios por cada uno de nosotros. Él nos ama de tal manera que dio a su hijo unigénito Jesucristo, para que muriera en nuestro lugar, cargando con nuestros pecados, juicio y castigo. De otra manera la humanidad entera carecería de esperanza aquí y por la eternidad.
El enemigo de Dios y de nuestras almas, Satanás, está pronto “para hurtar y matar y destruir”, mientras que Jesús ha venido para darnos vida en abundancia. “La paga del pecado es muerte”, advierte la Biblia, y “por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”. Satanás quiere que pensemos que el pecado “no existe”, o que en todo caso, “es algo menor”, pero no es así. Jesús se interpuso para salvarnos.
Todos necesitamos perdón y redención. Jesús hizo su parte en favor nuestro en la cruz del Calvario. Nos toca creer en él, y entregarle nuestras vidas. Invítalo a morar en tu corazón. Jesús te ama. No te dejará ni desamparará.