El domingo iniciaron las campañas de la mayoría de gubernaturas y alcaldías que estarán en juego el próximo 2 de junio. Ayer, un día después del arranque, asesinaron a la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, Guanajuato, Gisela Gaytán. Este es uno de los más de 23 asesinatos contra aspirantes a cargos públicos desde el mes de noviembre pasado en todo el país.
En este contexto de violencia y de violencia contra políticos me sorprende ver a la mayoría de candidatos y candidatas sonriendo en su propaganda. Sonríen para la foto, en sus videos, en los debates y en las entrevistas. Se muestran felices, gozando que estarán en la boleta.
En estos primeros días, no vi a ninguno indignado por lo ocurrido en Taxco, ni mortificado por los secuestros múltiples en Sinaloa o Nuevo León.
Las y los candidatos no están tristes, ni enojados, ni consternados. Y no importa el partido, parece que todos quieren verse felices. Convencidos de que "vamos a estar mejor" cuando ellos ocupen las posiciones que están buscando. Aseguran que todo va a cambiar para bien, que combatirán al crimen, que serán firmes. Y al final, sonríen.
Algunos, además, tienen la destreza de ponerse a cantar y bailar. En sus eventos corean canciones populares a las que les dieron en “toditita”... para poner sus nombres o apellidos. Despilfarran el dinero público para sus eventos y propaganda. Y sonríen.
Con sus ocurrencias y sonrisas se muestran como si se encontraran viviendo la campaña en una burbuja. Señalan problemas, pero no se asumen como responsables y se jactan de tener la fórmula mágica para solucionarlos.
La sonrisa es solo para afuera. Muchos están preocupados por su seguridad. Han solicitado medidas a las autoridades federales y estatales. A algunos se las han garantizado, pero a otros, como a la candidata de Morena en Celaya le dieron largas y la mataron. Si ellos están en riesgo, ¿cómo estaremos el resto de los ciudadanos?
Tal vez los que sonríen son otros. Que eligen candidatos a balazos, que mueven sus fichas de acuerdo a sus intereses criminales y que, son los verdaderos contrincantes a vencer.
Poco se habla de eso. En la burbuja en la que están los candidatos parecen ser los únicos que se benefician de estar en la boleta, o entonces ¿por qué sonríen?
