Entre 2005 y 2008, Javier Aquino fue diputado local, formando parte del grupo parlamentario del PRI. De bajo perfil, cauto, alejado de los reflectores, ejecutaba lo que mejor aprendió a hacer: aconsejar. Esa era la función principal que le caracterizó. Quizá no participaba en tribuna y menos daba entrevistas a la prensa, pero cuando pronunciaba palabra, provocaba un silencio atento a lo que saliera de su boca.
Después fue delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en tiempos de Enrique Peña Nieto; muchos lo cuestionaron, criticaron y “pelusearon”. Pocos medios lograron una entrevista. No era su estilo.
Cuando Sergio Salomón se convirtió en gobernador sustituto, lo eligió como secretario de Gobernación y muchos tuvimos que confirmar y reconfirmar el anuncio. Con el tiempo demostró su efectividad.
Su pasividad, serenidad y prudencia contrastó con el papel protagónico que alguna vez mostraron sus antecesores como Julio Huerta, Ana Lucía Hill, David Méndez, Fernando Manzanilla (todos ellos en la era barbosista); Jesús Rodríguez Almeida (en el corto periodo de Martha Erika Alonso); Diódoro Carrasco (con Tony Gali y un periodo de Moreno Valle); así como Jorge Cruz Bermúdez, Luis Maldonado y Manzanilla, entre otros.
Y para quienes hoy creen que la permanencia de Javier Aquino Limón en el gabinete de Alejandro Armenta es una cuota de Sergio Salomón Céspedes, se equivoca. Javier es más cercano a Alejandro que a Salomón. Los dos son de Acatzingo y cuando se tuvo que tomar una decisión entre Mier y Armenta, la voz pasiva pero certera, se dejó escuchar.
A Javier Aquino le tiene sin cuidado si es la nota o no; entiende su lugar en el presente y en el futuro inmediato. Otros enloquecerían en su lugar.
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El nuevo Leobardito del CH
El conflicto que se vive entre los ambulantes y la autoridad podría resolverse en dos vertientes:
1.- reabriendo las calles para que se deje de afectar a los comerciantes y la movilidad de los ciudadanos.
2.- no permitir el chantaje de pseudo líderes del “comercio formal” como José Juan Ayala, quien encabeza un consejo donde no se conoce la democracia y quien se ha convertido en un eterno líder al estilo de Leobardo Soto.
El retiro de los bloqueos a las avenidas del Centro Histórico ya se acordó, pero a través de la Canaco, con Juan Pablo Cisneros.
No se equivoquen.