La construcción en tiempo récord de una segunda Ciudad Universitaria pone de manifiesto que cuando se quiere, se puede.
Mañana, CU2 será inaugurada y con ello, se trazará una nueva ruta para el desarrollo de la educación superior del estado.
¿Cómo se puede lograr una buena gestión de los proyectos? Haciendo las cosas bien, es decir, con voluntad pero sobre todo, con aseo burocrático.
La llegada de Lilia Cedillo en el 2021 generó mucha expectativa.
Distintas voces sugirieron que se trataría de una rectora de transición, un poco para reacomodar el sistema universitario de la BUAP tras el paso de rectores quienes solo saquearon las finanzas de la institución.
Se dijo que era también un periodo para poder reconciliar a la comunidad universitaria con el poder gubernamental.
Y es que desde Enrique Doger, pasado por Enrique Agüera y Alfonso Esparza, la relación con los entonces gobernadores Mario Marín, Rafael Moreno Valle y Miguel Barbosa fue cada vez mas hostil y caótica, terminando con denuncias penales que hicieron exiliar al penúltimo a Estados Unidos y al otro a España.
Era necesario un perfil conciliador como el de Lilia Cedillo. Pocos apostaron que sería una rectora revolucionaria, alejada del escándalo, que provenía de las bases de la docencia y la investigación; ajena a la avaricia y a la corrupción. En cuanto a lo que a ella concierne, no hay un solo señalamiento que ponga en entredicho su honorabilidad y capacidad de hacer las cosas bien.
Es por eso, que cuando llegó al rectorado de la BUAP, se encargó de mejorar la relación entre el Consejo Universitario y el gobierno inquisidor de Miguel Barbosa, pero una vez que Sergio Céspedes asumió la gubernatura, la colaboración estrecha permitió hacer más con menos.
Ahora, Lilia Cedillo deja claro que no es una rectora de transición, sino que será una de 8 años.
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Sergio Céspedes al gabinete federal
Sorprendió la revelación que hizo la futura presidenta, Claudia Sheinbaum sobre el futuro del gobernador de Puebla Sergio Céspedes quien siempre sí esta considerado dentro de su gabinete. En este columna lo adelanté hace cinco semanas y a pesar que lo negó, siempre estuvo en la mesa de negociación. Ahora falta ver es si se incorporará el 1 de octubre, con lo cual se tendría que designar a un encargado de despacho parea culminar con la administración estatal o si la próxima mandataria le permitirá incorporarse hasta la segunda quincena de diciembre.