Los reguladores tecnológicos de la Unión Europea han preguntado a Apple, Google y Microsoft sobre las medidas que están tomando para evitar que sus plataformas se utilicen para estafas financieras, lo que subraya la preocupación de Europa por el coste del fraude en línea.
La Unión Europea está intensificando su escrutinio regulador de las principales empresas tecnológicas estadunidenses a través de la Ley de Servicios Digitales, una legislación histórica que exige a las grandes tecnológicas más medidas para atajar los contenidos ilícitos y nocivos en sus plataformas.
"Hoy hemos enviado solicitudes de información, en el marco de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), a Apple, Booking.com, Google y Microsoft sobre cómo identifican y gestionan los riesgos relacionados con las estafas financieras", escribió hoy en la red social X la responsable de tecnología de la Unión Europea, Henna Virkkunen.
"El fraude en línea puede empezar muy fácilmente hoy en día, y con demasiada frecuencia se traduce en pérdidas financieras para los consumidores", añadió.
Estas estafas en línea, que van desde falsos listados de hoteles y aplicaciones bancarias fraudulentas hasta imitaciones de personajes públicos que promueven falsas inversiones, cuestan a los europeos más de 4 mil millones de euros (4 mil 700 millones de dólares) al año, según Virkkunen.
Reguladores de todo el mundo han expresado su preocupación por que el auge de la IA pueda hacer a los consumidores más vulnerables a estafas como el phishing y los planes de inversión fraudulentos.
MRA