La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México y el Ministerio de Agricultura de Chile definieron una hoja de ruta conjunta para agilizar proyectos bilaterales, impulsar el comercio agroalimentario y reforzar la seguridad sanitaria, con el objetivo de beneficiar directamente a productores de ambas naciones.
A través de un comunicado, la dependencia federal detalló que esta reunión fue encabezada por el secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, y la ministra de Agricultura de Chile, María Ignacia Fernández Gatica.
En el encuentro se suscribió un Acuerdo General de Cooperación Técnico-Científica y un Acuerdo Específico en materia de Sanidad Vegetal.
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En tanto, el secretario de Agricultura resaltó que dicho diálogo reflejó el interés de impulsar el sector primario y atender los desafíos relacionados con el cambio climático en ambos países.
“La instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo es profundizar y avanzar en fortalecer esta relación con los países latinoamericanos, y en particular con Chile, porque tenemos una historia muy profunda de relaciones”, indicó.
Asimismo, expresó su confianza en la suscripción del acuerdo que da inicio a un espacio de colaboración concreta y práctica en varios temas relacionados con el sector agropecuario.
“No tiene porqué restringirse al tema comercial, también tenemos intereses comunes en materia ambiental, recursos hídricos, agricultura familiar y la escasez creciente de agua”, expuso.
La ministra de Agricultura de Chile, María Ignacia Fernández Gatica, resaltó que ante un contexto desafiante ambos países trabajarán por su agenda común para la cooperación técnico científica, la sanidad vegetal así como animal y la facilitación del comercio bajo estándares sostenibles.
“Reafirmamos la agricultura como pilar de integración regional y desarrollo inclusivo, con foco en pequeños productores, mujeres rurales y sistemas alimentarios sostenibles”, sostuvo.
¿Cuáles fueron los acuerdos logrados?
A través de este diálogo entre ambas naciones, se lograron dos acuerdos:
El primer acuerdo establece el marco para colaborar en sanidad animal y vegetal; ciencia y tecnología; eficiencia hídrica; agricultura familiar; sistemas productivos sustentables; cambio climático; y manejo de plaguicidas.
Esto con el fin de intercambiar información, tecnología, visitas técnicas, capacitación y publicaciones conjuntas.
Mientras que el segundo acuerdo específico fue entre el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y sus contrapartes,; el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG); y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
En este acuerdo se determinó trabajar en el manejo de plagas y en el uso de trampas inteligentes para la Mosca del Mediterráneo.
También, ambas delegaciones revisaron el estado de los protocolos sanitarios vigentes y acordaron pasos concretos para seguir facilitando un comercio seguro.
Además, se confirmó la continuidad de los planes piloto de medidas de mitigación de riesgos bajo enfoque de sistemas en uva de mesa y kiwi, “los cuales serán objeto de una evaluación técnica conjunta en 2026, con el fin de consolidar aprendizajes recíprocos y fortalecer la confianza mutua”.
Chile reiteró su interés en ampliar el acceso del mango mexicano y en dar continuidad al proceso de habilitación de establecimientos cárnicos, mientras que México reconoció el valor de estas gestiones para diversificar y equilibrar los flujos comerciales.
Y en materia de facilitación, las partes destacaron el buen funcionamiento de la certificación electrónica en productos vegetales y coincidieron en avanzar hacia la implementación en productos pecuarios, en el marco de la Alianza del Pacífico.
El secretario Julio Berdegué Sacristán y la ministra Ignacia Fernández Gatica refrendaron el compromiso de México y Chile de fortalecer la cooperación bilateral, priorizando dos ámbitos estratégicos: la promoción de una ganadería sostenible y resiliente frente al cambio climático, con plena incorporación de la perspectiva de género, y el impulso a la gestión eficiente del agua como base para un desarrollo rural sustentable e inclusivo.
“Ambas partes coincidieron en que mecanismos como el Fondo Conjunto México–Chile son herramientas clave para consolidar iniciativas que fortalezcan las buenas prácticas y las políticas públicas en beneficio de ambos países”, concluyeron.
CHZ
