“Lunas de Estambul fue un parteaguas en mi vida profesional como escritora. Es la novela que me hizo dar ese salto que todos necesitamos para que seamos reconocidos en este medio literario”, dice a MILENIO la escritora Sophie Goldberg, quien celebra el décimo aniversario de su novela publicada por Planeta con el lanzamiento de una edición especial.
“Son tantas las satisfacciones que me ha dado el libro a través de este tiempo. Primero que nada, los comentarios de los lectores que muchas veces dan por hecha su historia familiar y no le prestan la atención debida, y darse cuenta después de leer mi libro de que tienen que tener un acercamiento a esa historia, que tienen que saber de dónde vienen y por qué están aquí. Y Lunas de Estambul ha provocado eso en muchísimos lectores. “Saber quiénes son, tener un poco más clara su identidad y sentir que he sido ingrediente para que esto suceda, pues me tiene muy satisfecha”, agrega.

Lunas de Estambul se publicó en 2015 y es la historia de Ventura, una joven turca que tiene que viajar a México para casarse con Lázaro porque su familia lo ha dispuesto así. Con un baúl con apenas pertenencias y la ilusión de enfrentarse a lo desconocido, se embarcará en un viaje sorprendente para comenzar una nueva vida lejos de su tierra natal.
“Fue todo un viaje, un viaje maravilloso platicar con mi abuela, porque fue recordar primero todo lo que ella me contaba cuando yo era chica, que me platicara de viva voz todo lo que vivió, cómo llegó, qué sintió, para poderlo plasmar en este libro. Y el viaje también, a conocer mis propias raíces, ir a Turquía, a conocer a mi familia y a tener un poco más clara la historia, no solamente desde este lado del Atlántico, sino también desde tierras turcas, y platicar con ellos y ver cómo habían vivido ellos la partida de Ventura, que regresó hasta 40 años después, que fue muy fuerte”, comenta la autora.
Dice que recuerda perfectamente cuando su abuela fue a Turquía: “Yo tenía unos ocho o 10 años. Vivió un mes con cada una de sus hermanas para poderlas reconocer. La mirada le brillaba y regresó hecha otra mujer. La vi muy distinta porque fue ese reencuentro que tuvo ella con sus propias raíces que extrañaba”.
Lo nuevo
Esta edición de aniversario contiene un prólogo de la autora, un recetario enriquecido y un exclusivo anexo documental con fotografías.
“En el libro se incluyen recetas, la música y vienen muchas frases en ladino, español antiguo de los judíos expulsados de España en 1492, y eso también me lo enseñó ella. Yo sé hablar y escribir ladino perfectamente y es precioso también poder preservar esa lengua después de tantos años. Sobre el prólogo, me tomó un buen rato escribirlo porque quería yo abarcar estos 10 años en todos los sentidos; primero, qué ha pasado conmigo como escritora, qué ha pasado con la familia. Ha habido pérdidas dolorosas, nacimientos también y sobre todo quería platicarles qué camino ha seguido Lunas de Estambul con esta luz que me ha iluminado tan de cerquita”.
Sobre las fotos, la autora asegura que los lectores se lo pedían a gritos, prácticamente.
“Son imágenes de los protagonistas, fotografías de muchos de los documentos del famoso baúl que cumplirá 100 años muy pronto y que está aquí en mi casa; también pusimos un código QR que lleva al lector directamente a mi lista personal de música turca. Hice Fardí en Spotify con las melodías que yo escuchaba mientras estaba escribiendo el libro. Y finalmente añadí varias recetas inéditas de mi mamá para honrarla; ella falleció hace dos años, pero gracias a ella toda la parte gastronómica y culinaria de Ventura se mantuvo en nuestra familia, entonces puse algunas recetas que no vienen en la primera edición”.

¿Qué les dices a esos nuevos lectores que se van a acercar por primera vez a tu exitosa novela?
Espero que sean en su mayoría o muchos de ellos jovencitos, jóvenes que aprecien, después de leer Lunas de Estambul, que tienen que acercarse a la gente mayor de sus familias. Hoy en día vemos a los chavos metidos en el teléfono, en el Xbox, en todas las pantallas existentes, y no se dan cuenta de que tienen la mejor pantalla, la que refleja su propia vida, que es un abuelo o un tío, y yo les diría: "Acérquense a la gente mayor de sus familias y pregúntenles acerca de sus vidas, de dónde vienen, porque todo ese cúmulo de información será la identidad que estos jóvenes encuentren".
Sophie Goldberg comenta que, tras Lunas de Estambul, donde honró a la familia materna, y en El jardín del mar, a la parte paterna (su papá es búlgaro) ahora tiene un nuevo libro que ya envió a la editorial.
"Ahora, mi gran deuda de gratitud era con México; tenía que escribir algo acerca de la tierra que amo y que ha visto irse a mis muertos y ha visto nacer a mis nietos y a mis hijos, así que escribí una novela acerca de La Merced, porque es un lugar que me llama muchísimo la atención.
“Durante los años 40 y 50 fue el estómago de toda la República Mexicana; de ahí salía todo el producto alimenticio y mucho más. Además, culturalmente creo que se ha convertido en un microcosmos en este México tan gigantesco. La Merced tiene su propio ritual, sus propias reglas, leyes, y tiene mucho bueno, mucho malo, como todo, el claroscuro, y me interesaba mucho porque los mercados son parte muy importante de nuestra cultura”.